Pese a que sufrió al final, América ya consiguió su primer triunfo en la era de Jesús Ramírez al dar cuenta, 3-2, con merecimientos, de Tigres de la UANL. (Jam Media)
Monterrey, Nl.- Tardó, pero llegó. El efecto Chucho tuvo que esperar 270 minutos para presumir que sabe sumar de tres. Y de qué otra manera podía hacerlo, sino de la mano de su Salvador Cabañas, siempre Cabañas, el de un gol, una asistencia y la creación de una jugada para anotación. Tres, sí 3-2 sobre un Tigres que se arrastra en la zona caliente de la tabla, codo a codo con los que luchan por evitar la Primera A.
Tigres palidece. Un triunfo en siete fechas y el enojo de una afición que se distingue por su paciencia.
En la cancha la conjunción de dos equipos tensos, que se atreven de inicio a ofender, a tirarse sobre el arco rival. Los felinos primero. Con un Lucas Lobos en revolución. Demasiado para Juan Carlos Valenzuela, incluso para el melenudo Enrique Vera.
Así, Tigres se hizo de la ventaja. Con un Lobos que le pegaba de donde fuera. Lo hizo desde el tiro de esquina, tan cerrado, que entre la confusión de Óscar Rojas y Guillermo Ochoa el balón reposó en la red.
Fue el mejor momento de Tigres. Sí, tan sólo 10 minutos que no repetiría hasta el final.
Y es que América al fin se sacudió el nervio. Vera y Pardo tomaron la cintura, pero sobre todo Ángel Reyna empezó a volar por la banda derecha. Ahí Tigres se empezó a romper.
Y es que este América muestra variantes. No es una máquina, por supuesto, pero en referencia a lo que manejaba el "Pelado" Díaz, Chucho Ramírez ha empezado a exprimir capacidades apagadas, aunque eso sí, apoyado por la vieja fórmula, la única que no se ha apagado en estas épocas oscuras para los amarillos: Salvador Cabañas.
Ese paraguayo de talla un tanto gruesa es capaz de volver loca a la defensa que se le ponga. Ayer hizo pedazos a los hombres de Manuel Lapuente.
Fue Salvador, literal, quien se forjó su tanto. Un pechazo para Vera que le regresó el balón para que fulminara al Conejo sobre el minuto 27.
En el complemento, mientras Tigres tomaba su siesta, el águila continuó activa y Cabañas más. Ahora con un balón que le bajó a De Pinho, para que el brasileño prolongara para Ángel Reyna, quien metió el zapato con algo de vida y confirmó la voltereta en el marcador (2-1).
El ataque no quedó ahí. Rayando el minuto 65, nuevo balón en la línea del área visitante y de nuevo Cabañas, ahora sobre el corredor para Óscar Rojas, quien en la diagonal no falló y encontró a De Pinho para el 3-1.
Tigres tuvo vida gracias a Valenzuela, el "Topo" se comió un túnel que terminó en los botines de Bogado para el segundo de la casa.
Y al fin el tigre despertó. Acorraló a los de Coapa y se cansó de fallar frente al arco de Ochoa. Chucho reaccionó rápido. Cambió su línea de cuatro zagueros por una de cinco.
Oro molido
Para el técnico Jesús Ramírez es "oro molido" el triunfo 3-2 que consiguió ayer el América sobre Tigres de la UANL. "La verdad que sabe a oro la victoria, es lo que estábamos buscando desde que llegamos, hoy la merecíamos porque el equipo se entregó", indicó el estratega.
Al término del cotejo, el monarca del mundo Sub 17 en Perú 2005 dijo que lo destacable fue la actitud que los jugadores mostraron durante los 90 minutos y por ello consideró justo el triunfo sobre los "felinos". A su consideración, la presente semana fue difícil para el equipo porque se dio una jornada doble, pero el balance fue positivo porque consiguieron cinco puntos.