Los pequeños pueblos en su mayoría quedaron destruidos y sin caminos de acceso tras un sismo de 6.1 que afectó a Costa Rica el pasado jueves. (Archivo)
La Cruz Roja reportó ayer que el número de muertos por el terremoto de hace tres días ascendió a 18 y los esfuerzos para rescatar más víctimas avanzaron lentamente, con reportes no oficiales sobre restos de otras dos personas recuperados. Hay informes de hasta 65 desaparecidos.
Una emisión en vivo del canal 6 mostró ayer escenas de la recuperación de otros dos cuerpos en la localidad de Cinchona, una de las más afectadas por el sismo de magnitud 6.1, pero los detalles aún no han sido confirmados por las autoridades.
La vocera de la Comisión de Emergencias, Rebeca Madrigal, explicó que de las víctimas mortales registradas, sólo nueve han sido identificadas. Según los datos del Organismo de Investigación Judicial (OIJ), corresponden a cinco hombres, tres niñas y un niño.
La búsqueda de restos se reanudó con las primeras horas de ayer en diferentes puntos de la zona afectada del Centro del país, un lugar montañoso entre varios volcanes, por años frecuentado por turistas por su exuberante paisaje. Ahora, los pequeños pueblos en su mayoría quedaron destruidos y sin caminos de acceso.
El dato de desaparecidos aún fluctúa conforme allegados se acercan a las autoridades para reportar a sus familiares. La Cruz Roja aseguró que tiene una lista de 43 personas desaparecidas, pero el Organismo de Investigación Judicial reporta 65. “La cifra podría subir o bajar en cosa de cinco minutos”, explicó la vocera de Cruz Roja, Fiorella Vilca.
Ana Cambronero, de 41 años, con la mirada perdida relató que se encontraba en la capital cuando sucedió el sismo, pero su esposo Francisco Zamora y los hijos que con él procreó, de 18, 16 y 14 años, estaban en el pequeño restaurante que atendían en el pueblo de Cinchona y que fue arrasado por el sismo.
Las autoridades recuperaron del sitio donde estaba el restaurante tres cuerpos cuyas identidades no se han confirmado. Testigos manifiestan que allí estaban almorzando por lo menos un par de hombres más cuando ocurrió la tragedia.
El director del OIJ, Jorge Rojas, se mantiene en el pueblo de San Miguel, donde opera una morgue provisional. Explicó que las tareas de recuperación se dificultan por los riesgos que enfrentan los rescatistas ante lo inestables que están los terrenos y las réplicas que se siguen presentando, así como por la gran cantidad de escombros y material que cubre los restos.