El número de muertos en Filipinas por el paso de los tifones Ketzana y Parma llegó hoy a 540 tras el descenso de las aguas. (EFE)
El número de muertos en Filipinas por el paso de los tifones Ketzana y Parma llegó hoy a 540 tras el descenso de las aguas, mientras las pérdidas materiales en el país ascienden a casi 43 millones de dólares, principalmente en la agricultura.
A dos semanas de que Filipinas fue azotada por Ketzana y a una del paso de Parma, elementos de los servicios de rescate y del ejército ingresaron este sábado a varias aldeas del norte de la isla de Luzón, cuyo acceso era imposible por el lodo y las inundaciones.
Bajo un cielo despejado, los rescatistas comenzaron la limpieza de las principales carreteras de 16 provincias de Luzón para hacer un recuento de los daños y las víctimas, muchas de ellas sepultadas bajo toneladas del lodo que dejaron los deslizamientos de tierra.
El teniente coronel Ernesto Torres, portavoz de la Agencia Nacional de Desastres de Filipinas, informó que hasta esta tarde el número de muertos, tanto por Ketzana como por Parma, era de 540, aunque advirtió que aumentará conforme se llegue a todas las zonas dañadas.
'Nuestros grupos de rescate trabajan día y noche buscando más víctimas donde toda una aldea quedó sepultada bajo la tierra aflojada por las lluvias torrenciales provocadas por la tormenta Parma', destacó el funcionario filipino.
De las 540 víctimas contabilizadas, 337 habrían perecido por el paso de Ketzana, que ingresó al país el 26 de septiembre pasado, y el resto a causa de Parma y las lluvias que continuaron en el extremo norte filipino desde que el tifón tocó tierra el pasado 3 de octubre.
Al menos 181 murieron en una serie de aludes provocados por la lluvias remanentes que dejó Parma desde la noche del jueves en las regiones montañosas de la isla de Luzón, la más grande del archipiélago, según un reporte de la agencia informativa PNA.
La situación más grave por los deslizamientos de tierra se registra en la provincia de Benguet, donde murieron 120 personas de cinco aldeas, confirmó el gobernador de la provincia, Nestor Fongwan, mientras que 38 más perecieron en el vecino balneario de Baguío.
La intensas lluvias de los últimos dos días obligaron a las autoridades a abrir las compuertas de las principales presas, provocando inundaciones en docenas de aldeas de Pangsinan, que tiene una población de 3.5 millones de personas.
En la ciudad de Rosales, el agua llegó literalmente hasta el cuello de sus habitantes, ya que en algunas zonas superó el metro y medio de altura, llevándose consigo varias casas, vehículos, un supermercado e inundando numerosos arrozales.
Las lluvias remanentes de Parma, degradada ya a tormenta tropical, también provocan estragos a las afueras de Luzón y en el sur de la isla, principalmente en Manila, capital filipina, donde más del 30 por ciento de la ciudad sigue bajo el agua.
De acuerdo con las primeras estimaciones de las autoridades, Ketzana y Parma provocaron daños materiales por casi 43 millones de dólares, principalmente a los campos de cultivo, cuyas cosechas se perdieron por completo.