Foto: SERGIO REYES
De la noche a la mañana, la vida de Ismael cambió por completo. Hace once meses le diagnosticaron una falla en los riñones que le pudo haber costado la vida; pero hoy tienen una segunda oportunidad, gracias a su padre, Juan Antonio Martínez, quien se convirtió en su héroe de carne y hueso.
La historia
Fue en abril del año pasado cuando un problema respiratorio apareció en Ismael, de 22 años.
De inmediato, los padres del joven enfermo lo trasladaron a la Clínica del ISSSTE. El médico en turno descartó cualquier complicación y aseguró a los padres que su hijo saldría del nosocomio al siguiente día, pero su salud empeoró.
"Todo se le alteró; la presión arterial, el nivel del azúcar, todo, todo estaba muy mal. Entonces el doctor se alarmó y nos dijo, 'vamos a hacerle exámenes de todo porque le quedan horas de vida".
Sus riñones estaban dañados. La noticia les cayó como un balde de agua fría. "Ahora ¿qué hacemos, qué sigue?" se preguntaban sus padres.
Mientras tanto, le fue colocado un catéter en su pecho para la hemodiálisis. "Porque su cuerpo ya estaba envenenado, de lo contrario podría morir", dice su padre.
Así pasaron los meses de abril, mayo, junio y julio, y la fe de Juan Antonio se mantenía fuerte.
La cirugía
Durante este tiempo se determinó que sería necesario un trasplante de riñón. Toda su familia se sometió a los exámenes, los cuales mostraron que su padre era el candidato perfecto.
Después de varios meses y complicados exámenes, fue el 18 de julio cuando se llevó a cabo la exitosa cirugía.
Ahora ambos pueden platicar tranquilamente esta difícil experiencia, la cual, según Ismael, fue como un jalón de orejas.
Su padre le da una segunda oportunidad de vivir
"Jamás pensé
En tirar la toalla
Porque siempre supe que todo
Iba a salir muy bien"
Antonio Martínez
Padre
"Creo que esta terrible experiencia fue como un jalón de orejas porque ya me portaba mal"
Ismael Martínez
Hijo
DICEN