Islamabad, pakistán.- Las fuerzas de seguridad paquistaníes suspendieron ayer por unas horas su ofensiva contra el talibán en el Norte Valle de Swat para permitir la huida de miles de civiles de los combates, que han dejado más de 200 muertos en las últimas horas.
El Gobierno del primer ministro paquistaní, Yusuf Raza Gilani, quien está dispuesto a erradicar a la insurgencia talibán, ordenó la suspensión por 12 horas del toque de queda impuesto en Swat para que miles de familias salgan de la zona.
Desde las primeras horas de ayer cientos de personas, en su mayoría mujeres y niños, abandonan en vehículos oficiales y de las Naciones Unidas (ONU), o incluso a pie, la conflictiva región, fronteriza con Afganistán, según un reporte de la televisora GEO TV.
Después de una semana de intensos combates entre el Ejército paquistaní y talibanes paquistaníes, la población atrapada del valle de Swat, principalmente de la ciudad de Mingora y las vecinas localidades de Kambar y Raheemabad, busca escapar a un lugar seguro.
La oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) en Pakistán informó que entre 150 y 200 mil personas abandonaron la zona en días pasados para huir de los combate, aunque habría aún más de 500 mil civiles atrapados.
En apoyo a los desplazados, el Gobierno paquistaní estableció campamentos de refugiados en la ciudad de Peshawar, capital de la Provincia de la Frontera Noroeste, y otras localidades cercanas, donde se distribuyen alimentos y se brinda atención médica.
El éxodo de civiles se da mientras que el Ejército confirmó ayer que entre 180 y 200 insurgentes fueron abatidos en las últimas horas en el marco de los operativos militares en Swat, ubicado a unos 139 kilómetros de Islamabad.
Sin embargo, los combatientes talibán también han destruidos varias escuelas en Barikot y Maniar y asesinado a varias personas en venganza, entre ellos el imán Zahid Khan, de la mezquita de Nishat Chowk, en el Valle de Swat.
