El arzobispo de la ciudad italiana de Florencia, Giuseppe Betori, suspendió a un sacerdote que la víspera celebró la boda de Sandra Alvino, quien se convirtió de hombre a mujer, con Fortunato Talotta.
En un comunicado, la arquidiócesis de Florencia precisó que el sacerdote Alessandro Santoro fue suspendido de sus tareas pastorales en la comunidad de Piagge y que Bertori le pidió 'vivir un periodo de reflexión y de oración'.
Santoro contravino las instrucciones del arzobispo, quien había advertido que no podía ser celebrada la boda entre Alvino, de 64 años de edad, y Talotta, de 58 años, como ya también lo había ordenado el cardenal Ennio Antonelli, predecesor de Betori.
En la ceremonia, en la que participaron unas 200 personas, el sacerdote rechazó que la celebración del matrimonio fuese un acto de rebelión, al resaltar que se trataba de 'un acto de fidelidad a mi gente, al Evangelio, a las personas que quiero'.
'Sandra y Fortunato, así como el suscrito, están conscientes de que cuando el acto sacramental de hoy arribe a la diócesis, será anulado, pero no será anulado para nosotros, para esta comunidad, ante los ojos de Dios', declaró Santoro durante la homilía.
'Yo siempre he obedecido hasta el fondo a esta comunidad, así como obedeceré cualquier cosa que sea decidida', añadió.