El partido de la Liga peruana que debían jugar Total Chalaco y Bolognesi fue suspendido porque los equipos tenían camisetas de colores similares.
El partido iba a jugarse en el estadio Miguel Grau, del puerto limeño del Callao pero el árbitro exigió al Bolognesi que cambiara las camisetas blancas con aplicaciones rojas que lucía porque se parecían a las tradicionales del Chalaco, con rayas verticales rojas y blancas.
Ante esto, el Bolognesi tardó media hora en conseguir camisetas azules, pero luego los directivos del Chalaco se negaron a jugar el partido y este debió suspenderse.
El comisario del partido (representante de la Asociación Deportiva de Futbol Profesional-ADFP), Michelángelo Saavedra, explicó a los periodistas que la suspensión obedeció a que el Chalaco "no quiso firmar el acta donde se da cuenta del inconveniente y de la demora".
"Al no firmar el acta, el árbitro tomó la decisión de que no se juegue y la Comisión de Justicia de la ADFP determinará qué sucederá ahora", precisó.
El jefe de equipo del Chalaco, Javier Alvarado, afirmó, por su parte, que "el artículo 58 de las bases del torneo dice que si el árbitro encuentra similitud en el color de las camisetas, el equipo visitante debe cambiarlas de inmediato".
"No dice nada de un plazo de una hora como se le dio. Solo el artículo 68 indica que se debe dar un plazo de una hora si el equipo no llega al estadio, pero no dice nada acerca de las camisetas", dijo.
El entrenador del Bolognesi, Roberto Mosquera, consideró una "vergüenza" la suspensión del partido y señaló que la actitud de los representantes del Chalaco fue "antideportiva".
"Es una falta de deportividad de parte de Total Chalaco. Me parece que a ellos no les gustaría que les hagan algo así. Esta situación es una vergüenza más. Hay un conglomerado de cosas que nos tienen últimos en Sudamérica", enfatizó.
El entrenador del Chalaco, el uruguayo Antonio Alzamendi, comentó que un caso como este "solo le ha pasado en el Perú".
