Fiel a sus ideas. Aunque Paco Ignacio Taibo II cambió su visión del personaje, Madero no acaba por ser alguien que lo encandile.
MÉXICO, DF.- Paco Ignacio Taibo II "retrata" en "Temporada de Zopilotes" a un hombre de principios, conciliador, valiente y débil, del que la oligarquía se burlaba, pero también un personaje reaccionario. Cuenta que leía a Tolstoi y que en las noches conversaba con Dios.
Cuentan que Pancho Villa acostumbraba decir: "De todos los Madero, fueron a elegir de presidente al más tonto".
Porque al mismo tiempo que Francisco I. Madero fue un hombre de principios, pacífico, valiente hasta el final y promotor de iniciativas políticas vigentes hoy en México -el sufragio efectivo y la no reelección-, también fue un ser complejo, débil y cuyas decisiones trajeron como consecuencia la etapa más sangrienta de la Revolución Mexicana.
Y aunque no es Madero el protagonista del nuevo libro de Paco Ignacio Taibo II, "Temporada de Zopilotes" -los protagonistas en realidad son los seis generales, en especial Victoriano Huerta, que armaron el golpe contra el presidente que derivó en la Decena Trágica- la complejidad que rondó la vida del mayor de los hermanos Madero se va descifrando a lo largo de este breve libro -155 páginas-, donde el escritor goza al narrar una historia como si estuviera ante un auditorio al que le cuenta un cuento.
Taibo trae a un Madero del que la oligarquía se burlaba porque usaba guantes blancos en las recepciones y se mordía las uñas, que montaba a caballo porque a caballo todo el mundo tiene la misma estatura -medía 1.48 metros y por ello la prensa llamaba "el enano del tapanco" y "el presidente pingüica".
Refiere un Madero que era vegetariano y espiritista, que daba chochos homeopáticos a los peones de su hacienda. Un Madero cuya máxima pasión eran las largas cabalgatas por el bosque de Chapultepec, que creía siempre en la posibilidad de conciliar, que leía a Tolstoi y que en las noches conversaba con Dios. "Siempre he dicho -acota Taibo- que un presidente que converse con Dios es peligroso, pero uno al que Dios le conteste es peligrosísimo".
Del desastre que Madero le parecía al principio, Taibo pasó a sentir cierta ternura por el personaje, le reconoce la virtud del valor, el pacifismo y que fue valiente hasta la locura.
"Es extraordinariamente complejo, une a una tenacidad republicana notable y una voluntad verdaderamente maravillosa, características como timidez, indecisión, incapacidad de confrontar.
No se ablanda nunca contra las presiones de Díaz y, sin embargo, cuando pacta la salida de él, negocia que el Ejército porfiriano, que era el ejército de la represión, siga íntegro."
"Temporada de Zopilotes" (publicado por Editorial Planeta) es una crónica que pone a los lectores a caminar por las calles de la ciudad y seguir el paso de los soldados y los rurales, a escuchar las ametralladoras y ser vigías desde los techos para entender qué pasó durante esos diez días que cambiaron a México. Al ir escribiendo, recuerda Taibo, él mismo hacía lo que en vida Gustavo, el hermano de Madero: advertirle que lo iban a matar.