Liberación. Talibanes entregaron el sábado a un ingeniero chino que permaneció secuestrado durante seis meses.
Los talibanes anunciaron ayer un alto el fuego de diez días en el volátil valle Norteño de Swat, una de las zonas de Pakistán donde tienen más influencia y en donde controlan gran parte de su escarpado territorio.
Un portavoz del movimiento Tehrik-e-Taliban Pakistan, grupo que aglutina a los talibanes paquistaníes, Muslim Khan, anunció la decisión a la prensa, aunque matizó que los integristas se reservan el derecho de "defenderse" en caso de ser atacados.
Khan aseguró que la medida es un gesto al Gobierno en vista de los "esfuerzos" por favorecer la implantación de la "sharía" o Ley islámica en el distrito de Malakand.
El portavoz se refirió así al acuerdo al que llegaron ayer las autoridades regionales con un grupo islamista presente en Malakand, situado en la Provincia de la Frontera del Noroeste y fronterizo con la conflictiva región tribal de Bajaur, para "reforzar" la Ley islámica en la demarcación.
El anuncio llega después de que el sábado, los talibanes decidieran liberar en Swat a un ingeniero chino que había sido secuestrado seis meses atrás.
Sin embargo, ayer tres personas murieron y siete resultaron heridas por fuego de mortero a cargo de las fuerzas de seguridad paquistaníes en el área de Kabal, donde ha sido impuesto el toque de queda.
Swat es uno de los caballos de batalla del Ejército paquistaní en su lucha contra el integrismo islámico.
Popular enclave turístico en el pasado, el valle sufrió un auge de la violencia islamista en 2007 que las fuerzas de seguridad no han conseguido detener, a pesar de las numerosas operaciones militares.
