El consumo de alimentos en mal estado o preparados con poca limpieza son las principales causas para contraer una infección gastrointestinal que, generalmente, provoca una diarrea fétida, abundante y dolorosa.
Un enfermo de diarrea padece dolores abdominales, sensación de defecar, náuseas, vómitos, fiebre, sangre en las heces y dolores musculares. En casos más graves se pueden presentar síntomas de deshidratación.
Uno de los pecados gastronómicos más frecuentes de los mexicanos es comer en la calle, tomar aguas frescas en sitios insalubres o refrescarse con una fruta vendida a la intemperie. Especialistas en salud nos advierten que la temporada de calor llega con riesgos, pues se duplican los casos de diarrea, principalmente de tipo bacteriano.
Un ataque de las bacterias suele tener repercusiones nocivas en la economía familiar, ya que deriva en faltas al trabajo y pérdidas de ingreso.
Buen provecho
Especialistas del Laboratorio Armstrong nos cuentan que más de la mitad de los casos de diarrea que se registran en México tienen como origen el consumo de alimentos descompuestos y/o preparados con poca higiene, principalmente los que se compran y comen en las calles. Por eso, dicen: En la temporada de calor es común que la gente sufra infecciones gastrointestinales, que generan ausentismo laboral y escolar.
Una dieta sana e higiénica, que privilegie el comer en casa o restaurantes limpios, es lo ideal, pero es cierto que un alto porcentaje de la población mexicana que trabaja en las grandes ciudades se ve en la necesidad de comer en la calle, por rapidez, comodidad y economía.
Los expertos recomiendan, porque es muy importante para la salud, “tomar en cuenta el lugar, los alimentos y el agua que utilizan. Hay que recordar que las diarreas bacterianas son delicadas, requieren de atención y de un tratamiento inmediato para evitar consecuencias”.
Se calcula que el 50% de los casos de personas que son atacadas por diarrea y que acuden a consulta médica deben sus problemas gastrointestinales a la mala higiene en la preparación de los alimentos. Que no es otra cosa que un aseo inadecuado de los utensilios y la exposición de los alimentos a diversos contaminantes.
Hábitos peligrosos
El consumo de alimentos en mal estado o preparados con poca limpieza son las principales causas para contraer una infección gastrointestinal que, generalmente, provoca una diarrea fétida, abundante y dolorosa. Un enfermo de diarrea padece dolores abdominales, sensación de defecar, náuseas, vómitos, fiebre, sangre en las heces y dolores musculares. En casos más graves se pueden presentar síntomas de deshidratación.
Ante un caso de infección gastrointestinal una cuestión importante es cuidar que el paciente no se deshidrate, por lo que es necesario restituir líquidos, darle bebidas que contengan glucosa y electrolitos, por vía oral. En casos de diarrea infecciosa es necesario recurrir a medicamentos antimicrobianos, como la nifuroxazida (Eskapar), que actúa de manera local y permite un rápido control de la sintomatología en de las primeras 24 horas.
Otro aspecto importante en el tratamiento de la diarrea consiste en fraccionar la dieta en pequeñas cantidades, varias veces al día, evitando alimentos que contengan lactosa o irritantes. Es importante que ante los primeros síntomas se acuda al médico para recibir tratamiento.
Los expertos de Armstrong dicen que hay que evitar en lo posible los remedios caseros y automedicarse, ya que una diarrea mal atendida puede tener consecuencias serias, sobre todo en los niños menores de cinco años y pacientes de edad avanzada, quienes pueden sufrir deshidratación severa.