El sábado 24 de octubre, un grupo de familiares se divirtió a lo grande durante la fiesta de disfraces que organizaron.
Un concurso armaron los asistentes, quienes lucieron espantosamente "feos" pues de verdad que daban miedo.
Premios a los más tenebrosos y simpáticos, se entregaron esa noche en la que el "miedo" y la diversión se tomaron de la mano para que el momento resultara inolvidable y grato de contar.