Termina la era Ortiz

Agustín Carstens es la propuesta del ejecutivo para ocupar el liderazgo en el Banxico.

Con la propuesta de Agustín Carstens como nuevo gobernador del Banco de México por parte del ejecutivo, terminan 12 años de un férreo control inflacionario, finaliza la era de Guillermo Ortiz.

El actual gobernador del Banco de México dejó estabilidad en las principales variables monetarias: inflación, dólar, tasas de interés que dan a México un panorama macroeconómico más estable.

Sin embargo, esta perspectiva viene acompañada de un nulo crecimiento y un crudo problema en el mercado laboral.

Guillermo Ortiz entra al frente del Banxico cuando la economía pasa de un sistema de bandas de flotación en el tipo de cambio a la flexibilidad total de la paridad, además también asume el control monetario cuando se gesta un cambio de fuerzas políticas en el país.

De acuerdo a datos consultados en la Hemeroteca Virtual de El Siglo de Torreón, de 1998 al 2000, el Banco de México se enfrenta a la crisis Asiática y a la volatilidad en los mercados, en ese lapso se observan importantes avances en el control de la inflación.

En este periodo, por primera vez, el Banco de México adopta un esquema de objetivos de inflación, además de que implementa los 'cortos monetarios' de forma contundente, cuyo objetivo era controlar el dinero que anda en circulación y de esta forma limitar un espiral inflacionario, esquema utilizado desde 1995.

En 2001 la política económica se pone a prueba con los atentados de septiembre 11 y la recesión en el mundo. Los resultados, en términos monetarios fueron exitosos: 4.4 por ciento de inflación y una paridad controlada. Al siguiente año Standard and Poor's le otorga el grado de inversión a México a lo que le siguen otras calificadoras.

En 2005, el Banco de México logra la inflación más baja desde 1969 con 3.33 por ciento. En 2006 y 2007, el país vivió un periodo de amplia estabilidad monetaria.

A pesar de que desde 2007 estalló la crisis hipotecaria en Estados Unidos, fue en 2008 cuando la efectividad de la política monetaria se puso a prueba. Este año inicia con la eliminación del corto monetario y la adopción del control de tasas de interés.

En este año el tipo de cambio sufre los embates de la crisis económica mundial, al presentar una depreciación de 5 por ciento. Sin embargo, la instrumentación de subastas de dólares logró amortiguar la crisis y la presión sobre el peso mexicano.

Guillermo Ortiz dejará el Banco de México con números fríos: una inflación de 3.86 por ciento al mes de noviembre, una paridad con tendencia a la baja, un sistema financiero estable con una tasa de interés líder de 4.48 por ciento.

 LA OTRA CARA ECONÓMICA

A pesar de todos estos logros monetarios, en 12 años México no ha podido lograr un crecimiento sostenido, incluso se ha agudizado la problemática del desempleo en el país.

Uno de los principales críticos de la política monetaria ha sido el ex secretario de Hacienda, Jesús Silva Herzog asegura que la actual política monetaria mantiene al país paralizado. Los resultados en términos productivos muestran este último año una baja de 10.26 por ciento en el segundo trimestre del año.

Además los últimos resultados del Instituto Nacional de Geografía e Informática señala que en el país existen tres millones de personas sin trabajo.

Los retos para el próximo gobernador del Banco de México son difíciles, los primeros relacionados con mantener la estabilidad en las variables monetarias y segundo, buscar que las políticas monetarias también funcionen para impulsar el empleo y detonar el crecimiento de la economía.

 UNA POLÍTICA MONETARIA EXITOSA

En sus 12 años al frente del Banco de México, Guillermo Ortiz tuvo el control de la política monetaria del país, lo que permitió una mayor estabilidad macroeconómica. No obstante tuvo fuertes críticas por parte de académicos como Arturo Huerta, que señalan que esta política monetaria limitó el crecimiento económico y debilitó el empleo.

De acuerdo a una investigación de la Hemeroteca Virtual de El Siglo de Torreón, Guillermo Ortiz, y el presidente Felipe Calderón han mantenido una historia de desencuentros, es por eso que tanto analistas económicos y políticos ya anticipaban la no ratificación de Guillermo Ortiz al frente del Banco de México.

En 1997, cuando Ortiz Martínez era secretario de Hacienda, El Partido Acción Nacional (PAN), que tenía como presidente a Felipe Calderón, propuso una reducción del Impuesto al Valor Agregado, contrario a la propuesta de Hacienda. En ese año, el partido de oposición votó en contra de la propuesta de Hacienda.

El 14 de diciembre de 1997, el entonces presidente Felipe Zedillo porpuso a Guillermo Ortiz como jefe de la junta del Banco de México , para relevar a Miguel Mancera , además de proponer la autonomía del Banco central en las decisiones monetarias.

Estas propuestas fueron severamente criticadas por Felipe Calderón, en aquel tiempo era presidente del PAN señaló un día después que "la independencia del Banco de México no se logrará con Guillermo Ortiz, por lo que consideró la propuesta por parte del ejecutivo muy desafortunada".

Sin embargo, el relevo Ortiz- Mancera prosperó debido a que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) era mayoría en el Congreso y aprobó la propuesta.

Fue así que el dos de enero de 1998, Guillermo Ortiz, asumió la gobernatura, incluso con el voto en contra de l partido de Felipe Calderón.

Ya en los últimos tres años, los desencuentros entre Calderón y Ortiz ha sido por la perpectiva económica del Gobierno Federal y del Banco de México.

El gobernador del Banco de México (Banxico), se ocupó de estar siempre a la delantera, con una visión más precisa y pesimista sobre el verdadero golpe de la crisis económica en México.

Mientras las autoridades mexicanas pronosticaban un crecimiento moderado para 2008, Ortiz corregía la cifra a la baja, y durante todo este año las cifras dadas por la Secretaría de Hacienda no concordaban con las del Banxicol, ya que éste fue siempre más constante en demostrar la afectación real que tendría la economía del país, y no sólo el "catarrito" previsto.

La misma situación ocurrió con los pronósticos de posibles personas que caerían en las filas del desempleo, el Banco de México siempre ha reconocido y pronosticado cifras más reales con relación al desempleo generado por la crisis.