EDITORIAL Caricatura editorial columnas editorial

Territorio Santos Modelo

No hagas cosas buenas...

ENRIQUE IRAZOQUI

Ya faltan apenas dos meses exactos para que ocurra en La Laguna un suceso de aquellos que dejaran huella en la historia de esta tierra: la inauguración del nuevo estadio de futbol denominado Territorio Santos Modelo, sito carretera a San Pedro antes de llegar al club de golf Los Azulejos, al norte de la ciudad de Torreón.

No hay duda que esta comunidad está atravesando su peor época: una crisis económica de grandes magnitudes; la pérdida definitiva de la tranquilidad y seguridad, luego de los desaparecidos, secuestros, extorsiones y balaceras; en Torreón se vive la Administración más cínica de su historia, que con un presupuesto sin referente, y luego de que la alternancia política parecía que lo catapultaba a mejores escenarios, hoy todo mundo pide que esto ya acabe, porque aparte de ineptos, cínicos.

Quizá por ello el que se esté casi a punto de la apertura de Territorio Santos Modelo, el complejo deportivo más moderno de América Latina en su tipo, da una bocanada de ánimo al espíritu lagunero, hoy tan mallugado.

Comienza ya a despuntar toda la serie de festejos y actividades que habrán de realizarse para dar la relevancia que el evento merece. El que La Laguna hoy cierre el apasionante capítulo deportivo que el Santos vivió en el ya limitado y humilde estadio Corona, para mudarse a una joya arquitectónica de su tipo, es motivo de orgullo para poner una vez más y más fuerte a La Laguna en el escenario mundial, así sea en esta ocasión en el tema deportivo.

El proyecto contempla mucho más que sólo el recinto donde el Santos seguirá escribiendo su historia en su nuevo campo de juego, y seguramente donde aumentará el número de las tres que estrellas que hoy aparecen en su escudo, amén de sus tres campeonatos.

El Territorio Santos Modelo tendrá la casa club del propio equipo, lo que junto al trabajo de sus fuerzas inferiores, serán campo fértil para miles de personas, ya sean profesionales o soñadores de poder portar la camiseta guerrera en juego de primera, donde en sus campos de entrenamiento se consolidarán muchas historias de éxitos y fracasos individuales y colectivos.

Está contemplada una plaza comercial, un hotel, una universidad y una parroquia, que seguramente dotarán de vida propia a la zona donde se ha edificado la obra civil más grande que se tenga por todos estos lares. La inversión total es, según los cálculos reportados, de alrededor de cien millones de dólares, que para citar un orden de tal magnitud, representan construir, hacerle muchos estudios y derruir tres veces el Distribuidor Vial Revolución, aquella obra realizada en tiempos del gobernador Enrique Martínez y Martínez y derrumbada por defectos incorregibles ya en los tiempos de poder del profesor Humberto Moreira.

Una vez que se acerque el once de noviembre, la emoción empezará a subir. Bien poco va a importar, en el caso de los torreonenses y de todos los municipios de Coahuila, el que haya pasado ya el proceso electoral, y se tenga ya cabildos electos. Las estructuras electorales, especialmente la del PRI, habrán cumplido su misión y por las dádivas de siempre, tendrán muchos -¿todos?- los triunfos en la bolsa, y el hipócrita y decepcionante PAN estará entregando el último reducto que le quedaba en Coahuila, pero las miradas de la inmensa mayoría estarán puestas en la apertura de la casa de los queridos guerreros.

Ser lagunero es casi por obligación ser santista. El algodón, la leche, la industria, las tolvaneras, las dunas de Bilbao, el cerro de las Noas, el plomo en el aire, acompañan al amor por la camisa rayada horizontalmente a verde y blanco, como rasgos orgullosos de esta tierra. Valdrá la pena estar atentos y contentos por la gran fiesta que ya viene.

La semana pasada quedó en definitiva la lista que acompaña la candidatura de Eduardo Olmos a la presidencia municipal de Torreón. El dato por demás a destacar es el hecho de que en esta ocasión el PRI no incluyó a nadie de representación empresarial. En esta representación, normalmente eran seleccionados por aquellos que a través de las cámaras empresariales tenían las virtudes de simpatizar o hacer química con quienes detentaban el poder en el Partido Revolucionario Institucional, pero en esta ocasión la moneda se volteó.

El PRI hoy es de Humberto Moreira, quien siempre ha sabido mangonear a una parte del empresariado lagunero por la pequeñez de miras de una parte de éste, que sólo por tener ciertamente negocios - a veces- pequeños, opinan, critican, pero no aportan. Tan es así, que ahora simplemente han sido ignorados, una venganza más del gober Moreira que no perdona que el 2005, esa clase claramente estuvo con el hoy distante Jorge Zermeño.

Eirazoqui@elsiglodetorreon.com.mx

Leer más de EDITORIAL

Escrito en:

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de EDITORIAL

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Clasificados

ID: 460226

elsiglo.mx