¿Quiere tenerlas siempre a la vista y a mano? Busque una charola con divisiones para poner los cubiertos en el cajón. Claro que tendrá que arreglarla. Fórrela con papel autoadhesivo o con tela. Si usa esta última, dele primero una mano de pintura blanca vinílica y luego ya podrá pegar el material con un buen pegamento blanco. Después para que pueda limpiarla dele dos manos de barniz transparente, dejando secar bien. Las divisiones de las charolas le permitirán tener separadas sus joyas.
Cuando desgraciadamente se rompa algo de vidrio, no arroje simplemente los fragmentos a la basura, pues alguien podría herirse. Deposítelos en un bote o tarro desechable con tapa, ajuste ésta y tírelos.
Si usa una caja de bicarbonato de sodio para conservar su refrigerador libre de olores, no la deje allí eternamente. Hay que cambiarla dentro de un tiempo razonable. Lo mejor para que sepa usted cuándo conviene hacerlo, es que anote la fecha en la misma caja al introducirla en el mueble, así se dará cuenta de que ya tiene allí mucho tiempo.
Ésta es una sugerencia sencilla, pero de excelentes resultados para aquellas mujeres que no pueden enhebrar agujas con la facilidad y rapidez que deseen. Lo único que tienen que hacer es poner un poco de aerosol para el cabello en las yemas de sus dedos índice y pulgar y pasar el hilo por ellos.
Es muy desalentador darse cuenta de que la mayor parte de nuestros nuevos platos se han rayado ya. ¿Cómo quitar esas feas rayas que resultan de acomodarlos encimados o que se les hacen en la lavadora de loza? No sufra usted, frote las marcas y los raspones suavemente con bicarbonato y evite que se siga rayando cuando los guarde en los gabinetes, colocando entre cada uno círculos de papel. Lo mismo podrá hacer con sus budineras y demás trastos de cocina. En cuanto a las tazas y a las vasijas huecas, procure instalar ganchos para colgarlas dentro de los mismos gabinetes o armarios.