MANOS DE MECÁNICO
Si su esposo o hijos han pasado toda la tarde trabajando en el auto y sus manos están sucias y manchadas como las de un mecánico de oficio, présteles inmediatamente su ayuda para que las limpien, facilitándoles un poco de aceite vegetal. Dígales que froten con él sus manos a conciencia, incluyendo los nudillos y el rededor de las uñas para que se libren de esas líneas negras delatoras. Luego el agua tibia y el jabón quitarán el aceite dejando su piel limpia y suave.
HAGA EN CASA EL ALIMENTO DE SU BEÉ
Si el elevado costo de los productos enlatados especiales para bebé, le está resultando muy pesado, para ahorrar prepárelos usted misma en casa. Simplemente cueza el alimento en un poco de agua hasta que lo sienta suave y agregue un poco de cebolla finamente picada a las legumbres y a las carnes para darles sabor. A las frutas, únicamente añádales la cantidad de azúcar necesaria. Convierta ahora las preparaciones en puré, por separado, usando su licuadora y un poco de agua. Luego congélelas en las charolas de los cubos y finalmente almacénelas en envases herméticamente cerrados, que guardará en el refrigerador. No haga usted mucha cantidad de alimentos, es preferible procesarlos con más frecuencia.
FRITURAS
Cuando esté friendo algo que hace saltar mucho la grasa, cubra la sartén con un colador de tejido abierto. Se protegerá usted de las quemaduras y como el aire circulará perfectamente, sus frituras quedarán bien doradas.
EXCELENTE RELLENO
Seguramente ya conoce las hojas de espuma plástica que suavizan telas en la máquina secadora de ropa, y quizá habrá pensado que es una lástima tirarlas después de un solo uso. Y tiene toda la razón. Pues bien, después de que este material haya cumplido con su misión suavizante, le podrá prestar servicio todavía. Guarde únicamente esas hojas y antes de que pase mucho tiempo las volverá a usar, pues son un magnífico relleno para juguetes de peluche, almohadas y cojines tanto de caja como de adorno. Lo único que tiene que hacer con ellas es cortarlas en pedacitos muy pequeños y proceder como se acostumbre con rellenos de espuma plástica.
¿QUÉ CANTIDAD DE SAL SALE DEL SALERO?
Muchas personas que tienen restringido el uso de la sal se quejan de que al usar el salero ponen exceso de ella porque en la mayor parte de los alimentos no se ve la cantidad que se ha agregado. Sin embargo, es muy fácil controlar esto. Vea cómo: llene el salero y luego vacíe su contenido en un plato; añádale un par de gotas de colorante inofensivo para uso culinario. Mezcle perfectamente los dos ingredientes y vuelva a poner la sal en el salero. Para cocinar, siga usando la sal sin color. Si prefiere, puede usar para pintarlo en otro tono (rojo, amarillo, etc.); pero a mí me parece más apropiado el verde. Todo es cuestión de gustos. Lo esencial es ver qué cantidad se le pone a un platillo cuando hay orden del médico de limitar su cantidad.
BOLSAS EN LAS SÁBANAS
Pegue unas bolsas pequeñas en la parte lateral de sus sábanas ajustables, del lado derecho, con la abertura cerca de la orilla superior del colchón y próxima al lugar de la almohada. El material para hacerlas deberá ser de lo más parecido posible al de las sábanas, tanto en clase como en color. Estas bolsas son perfectas para tener a mano el pañuelo, los anteojos, toallas desechables, la medicina nocturna, entre otras cosas. Los enfermos las encuentran muy útiles. Es difícil tomar alguno de estos objetos del buró en la oscuridad de la noche, sobre todo cuando hay demasiadas cosas en él y éste es un buen recurso.
PAN CALIENTE Y DELICIOSO
Para que las rebanadas de pan que va tostando se conserven calientes mientras se tuestan las demás, vaya colocando una encima de la otra sobre varias capas de servilletas o toallas de papel colocadas en un plato, cuidando de cubrirlas a medida que se vayan tostando, con una campana de plástico, una fuente o cualquier otra cosa similar.
LA PLANCHA NO CORRE BIEN POR LA TELA
Hay ocasiones en que las planchas no se deslizan bien sobre diversos materiales. Esto suele ocurrir particularmente cuando se planchan olanes plegados o determinados adornos, a los que se pega la plancha, sea o no de vapor. Evítelo pasándola antes por una hoja de papel encerado y correrá fácilmente.