La respuesta definitiva para el dilema de los sobrantes de jabón está aquí. Cuando termine de bañarse, tome ese pequeño pedazo de jabón y péguelo firmemente a una nueva barra que esté también ligeramente suave. Presióne las dos barras juntas tan fuertemente como pueda, y déjelas secar. Después de su ducha al día siguiente, la vieja barra de jabón se habría adherido a la nueva. Ya no desperdiciará jabón.