Si su blusa blanca se ha puesto amarillenta y fea, renuévela dándole un bonito tono beige, vea cómo hacerlo: haga una fuerte solución de té caliente en cantidad suficiente para cubrir la prenda, que deberá lavar antes y enjuagar perfectamente. Sumérjala ahora en el té y cuando haya recogido el color a su satisfacción, enjuáguela en agua limpia y fría, el resultado es excelente.
¿Sabía usted que con las largas bolsas en que viene el pan blanco empacado se pueden hacer magníficas cuerdas para que salten los niños pequeños? Corte las tiras necesarias del tamaño conveniente, tréncelas y deles la cuerda a los niños para que jueguen. Las podrá renovar cada que sea necesario, pues no duran mucho, ¿pero qué importa? No cuestan nada.
Si tiene este problema y no encuentra cómo sentarlo a la mesa de manera que pueda comer con perfecta comodidad, improvísele un buen asiento, tome un montón de periódicos bien extendidos que tengan una altura como de 20 cm. átelos fuertemente con un cordón grueso e introdúzca en una funda de cojín. Un buen asiento para el pequeño, cuya cubierta podrá lavar con facilidad cada vez que sea necesario.
Para conservar intacto su sabor, llene con agua el recipiente donde lo va a congelar. Una vez congelado, quedará cubierto con hielo y retendrá su fresco sabor.
