(Fotografías de EFE y AP)
La plantilla del Barcelona se fundió ayer en un emotivo y gigantesco abrazo con su afición, en un apoteósico final de fiesta en el Camp Nou, después de recorrer las calles de la ciudad en una caravana para celebrar los tres títulos conseguidos por el conjunto de Pep Guardiola; la Copa del Rey, la Liga española y la Liga de campeones. Después de una caravana de ocho kilómetros y tres horas ante 750,000 personas por las calles de Barcelona en un autobús descapotable, los jugadores se saltaron el protocolo para irrumpir por sorpresa en el césped del Camp Nou a las diez y media de la noche (15:30 horas, tiempo de La Laguna). Rafa Márquez celebró junto a sus compañeros el gran año que han tenido.