MÉXICO CON MUCHA LEÑA Y JAPÓN POCA
Mientras México le daba una tremenda paliza de 19-4 al Diamantes de Arizona en su primer juego de preparación, el equipo de Japón inauguró el Mundial 2009 en Tokio ganando solamente por 4-0 al de China continental. Se esperaba que los nipones ganaran con gran ventaja pero apenas pudieron lograr cuatro carreras ante un lleno total de 43,428 personas en el estadio totalmente techado de Tokio.
De una manera es lo que se espera de Japón, gran pitcheo y no tan buen bateo, aunque al jugar con el equipo flan del grupo oriental se esperaba que hicieran mucho más carreras. El honor del primer lanzamiento estuvo a cargo de Sadaharu Oh, el legendario jonronero japonés que se voló la barda 868 veces en la Liga del Japón para una gran marca. Además Oh fue el manager del equipo de Japón que conquistó el primer campeonato mundial hace tres años cuando venció en la final a Cuba.
Oh nunca trató de probar fortuna en Ligas Mayores por una sencilla razón: ganaba más dinero en Japón que en el mejor beisbol del mundo. Otra historia hubiera sido de tenerse entonces los grandes sueldos millonarios que hay actualmente en las Grandes Ligas.
Una vez en Japón se organizó un duelo de jonrones entre Sadaharu Oh y Hank Aaron, ganando este último. Oh fue el máximo jonronero de las Mayores con 755 hasta que Barry Bonds mejoró la marca. En 1966, cuando los Tigres de la Liga Mexicana fueron a Japón para jugar 13 partidos y perder cada uno de ellos, se enfrentaron varias veces a Oh y a los Gigantes de Tokio, y el manager Chito García le decía a sus pitchers que mejor dieran base por bolas a recibir batazo.
Muy entusiasta el público japonés apoyando a su equipo en el juego inaugural y celebrando el muy buen trabajo de sus pitchers, que solamente permitieron cuatro hits. El primer bateador en el equipo japonés lo es Ichiro Suzuki, que comenzó el partido conectando una rola a primera base.
El Mundial comenzó primero en el Oriente para darle oportunidad a los dos mejores del grupo viajar hasta San Diego para la segunda fase y aclimatarse al cambio de horario.