Tommy al Bat
Walter Silva, quien de golpe y porrazo se estableció como el tercer abridor de los Padres de San Diego en un poco profundo cuerpo de serpentineros, tuvo un aceptable debut de Ligas Mayores al lanzar el miércoles por cinco entradas ante una buena asistencia de 31,700 espectadores en el Petco Park de San Diego, en que aceptó dos carreras, cinco hits, con cuatro bases por bolas y un ponche. Uno de los hits que aceptó fue un cuadrangular del tercera base Casey Blake por todo el jardín izquierdo.
Silva no tuvo decisión, ya que fue un juego que se decidió hasta el final con un gran batazo de Manny Ramírez, al que acaba de acusar José Canseco de también haber usado esteroides y quien asegura está en la lista de los 104 jugadores que dieron positivo hace ya bastantes años. De esa lista de los 104, en forma inexplicable, solamente salió a la luz pública Alex Rodríguez en un artículo exclusivo de la revista "Sports Illustrated".
Eso hizo que los Yanquis se quejaran, ya que hay que aplicar aquello de o todos coludos o todos rabones. Y ahora Canseco le pone más leña al asador indicando que Manny Ramírez es uno de los que está en la lista de los 104.
Aunque esto de los esteroides es un tema que aburre, los medios informativos no dejan de poner historias sobre nuevas acusaciones y nuevos descubrimientos. Como en aquellos tiempos los esteroides no estaban penalizados, ¿por qué entonces Alex Rodríguez tiene que pedir excusas?
Eso es lo que me contaba en una plática hace una semana Derrick White, el cañonero de los Broncos de Reynosa: "Si no estaba prohibido por qué están acusando a los jugadores. Tal parece que los cronistas no tienen otro asunto de qué escribir".
Naturalmente, Canseco siempre ha sido una fuente de información al respecto y se le considera el padre de los esteroides, al ser el primero que apareció de repente con un cuerpo que hubieran deseado hasta Hércules y Sansón.
Veremos si los 103 que permanecen en el anonimato son algún día expuestos como lo fue Alex Rodríguez, el único sacrificado de los 104.
Tomás Morales