Tommy al Bat
El viernes llegó la información del fallecimiento del muy buen jugador Dominic DiMaggio, hermano menor de aquel formidable Joe DiMaggio, y quien pasó a la historia de las Ligas Mayores como el primer jugador en vencer la miopía. Desde que comenzó a jugar profesional Dominic DiMaggio usó lentes de los que se utilizaban entonces, con los vidrios muy redondos, y todo jugador que usaba antiparras por aquellos años era generalmente dejado fuera por los equipos profesionales, ya que pensaban no podrían hacer un buen trabajo por el problema en la vista.
Fue entonces Dominic DiMaggio el que rompió la barrera de los lentes al ser estrella en las Focas de San Francisco en la Liga de la Costa del Pacífico y debutar luego con los Medias Rojas de Boston en 1940. De 1940 a 1952 fue el jardinero central de los Medias Rojas, aunque perdió tres años al estar en la Marina durante la Segunda Guerra Mundial. Su promedio de por vida terminó con un excelente .298 y fue el primero del orden al bat en aquellos equipos de Boston con tanto bateo que incluyó al gran Ted Williams entre otros, dio 87 jonrones y fue un excelente jugador a la defensiva. En 1949 hilvanó una racha de 34 juegos seguidos dando de hit y en el juego 35 la cadena llegó a su final cuando su hermnao Joe le hizo una muy buena atrapada en la pradera central.
Por los lentes lo llamaron el "pequeño profesor" y se casó con una dama de Boston de familia adinerada. En un momento dado, Dom DiMaggio trató de comprar al Medias Rojas. En nuestro beisbol el primer estrella con lentes que se recuerda lo fue "Chile" Gómez, aquel formidable segunda base que es considerado el mejor fildeador de su posición en toda la historia de nuestra pelota. "Chile" Gómez me contó, sin embargo, que cuando estuvo en Ligas Mayores con los Filis de Filadelfia en 1935 y 36 jugaba sin lentes, ya que le hacían el feo a los peloteros con gafas.
Dominic DiMaggio tuvo una vida larga de 92 años mientras su hermano Joe vivió 85 años. Otro hermano, Vince DiMaggio, también estuvo en Ligas Mayores y tenía poder, jugando sus años y dando jonrones pero sin tener la consistencia de los otros hermanos. Descansen en paz los tres DiMaggio que cautivaron la imaginación del mundo del beisbol en su tiempo y después también.
