El martes cuatro de agosto fue el día indicado para que jugadores cobraran cuentas pendientes con equipos que los habían cambiado, ya que Daniel Fornés y Javier Robles se encargaron de darle triunfos a los Vaqueros de Unión Laguna y al Piratas de Campeche.
Daniel Fornés, ya un veterano de 13 temporadas en Liga Mexicana, fue firmado por los Diablos Rojos que terminaron cambiándolo al Reynosa en donde pasó un buen rato antes de ser parte de los Sultanes de Monterrey. Hace dos temporadas los Diablos lo recuperaron del Sultanes dando a cambio el derecho de retorno de Karim García, Fornés tuvo en el 2007 una buena campaña con el México y el manager Marco Antonio Vázquez le dio hasta 324 veces al bat, bateando para .295, con 16 jonrones. El año pasado se llevó el anillo de campeón cuando los Diablos lograron su título 15, pero el nuevo manager Daniel Fernández, con el exceso de tráfico que había entre jugadores de posición, solamente lo utilizó en 157 veces al bat y era obvio que no estaba en los planes del club para el 2009. Primero fue enviado al Guerreros de Oaxaca pero luego pasó al Unión Laguna en donde tuvo un muy buen año de .321 con 11 jonrones y 78 carreras empujadas y con 364 veces al bat. Y el martes pasado bateó un jonrón de dos carreras contra el que fue su equipo Diablos para un triunfo de Laguna por 2 a 1.
Mientras tanto en Campeche fue Javier Robles el que se ensañó contra su antiguo equipo Tigres al batear tres dobletes en una victoria para los Piratas de 9-8 en 10 entradas. Robles, estrella shortstop y el Más Valioso de la serie final el 2004 al ganar Tigres su último campeonato cuando estaban en Puebla, dio tres dobletes el martes, el último de ellos para coronar un rally de tres carreras con el que los bucaneros empataron el partido a ocho carreras. Ya en la décima entrada le dieron la base intencional para llenar la casa y vino Jessie Gutiérrez a decidir la batalla con una línea de hit al jardín izquierdo.
Fue la noche para cobrar cuentas pendientes por parte de Daniel Fornés y Javier Robles.