CUANDO los Angelinos de Los Ángeles perdieron como agentes libres al gran cerrador Frankie Rodríguez que había impuesto la marca de 62 juegos salvados en una temporada y también al tremendo bateador Mark Texeira, se pensó que difícilmente podrían ser nuevamente líderes de la Liga Americana Oeste y estar en los play offs. Rodríguez se fue con los Mets de Nueva York que necesitaban con desesperación un relevista después de la debacle de final de campaña pasada y Texeira fue atrapado por los Yanquis de Nueva York.
Para hacer las cosas peores falleció al comenzar la temporada un gran prospecto del pitcheo que acababa de ganar su primer juego del año, Nick Adenhart. A pesar de tantos problemas los Angelinos demostraron su capacidad en la oficina en este club que tiene como propietario al mexicano Artie Moreno, ya que llenaron los hoyos y llegaron a los play offs como líderes nuevamente de la Liga Americana Este y con el segundo mejor récord en todas las Ligas Mayores, 97 ganados y 65 perdidos.
Para suplir a Texeira en la primera base tenían ya al cubano Kendry Morales que con la oportunidad dio el estirón completo para tener una gran campaña de .306 y 108 carreras empujadas. Y para reemplazar a Fankie Rodríguez pusieron al zurdo Will Fuentes que terminó el calendario con 48 juegos salvados, la cifra más alta para un lanzador en la gran carpa.
Al joven Kendry Morales llegamos a verlo en Saltillo y Monterrey cuando la Liga Mexicana llegó a jugar una serie de tres contra la selección Cubana. Morales se escapó de Cuba para ser regresado, pero luego se volvió a ir de la isla comunista para hacer carrera en la pelota profesional, siendo ya un jugador estrella de las Grandes Ligas.
Como cereza que adorna el pastel los Angelinos obtuvieron a fines del año beisbolero al muy buen zurdo Scott Kazmir que fue pitcher importante de los Mantarrayas de Tampa Bay cuando ganaron el campeonato de la Liga Americana en la campaña pasada.
Angelinos buscará llegar a otra Serie Mundial como lo hizo en el 2002 cuando le ganó el clásico a los Gigantes de San Francisco de Barry Bonds.
