Conmemoración. Miles de hongkoneses asistieron al Parque Victoria de Hong Kong, China, para conmemorar del vigésimo aniversario de la masacre de Tiananmen. EFE
BEIJING, CHINA.- La Policía china buscó con fuerza evitar cualquier muestra de disentimiento ayer en el 20 aniversario de la represión de activistas prodemocracia en la plaza de Tiananmen, mientras la secretaria de Estado de Estados Unidos Hillary Clinton y hasta el presidente de Taiwán pedían que Beijing reconociera los actos violentos de 1989.
Un opositor exiliado, famoso porque desafió en público a uno de los líderes chinos hace 20 años, no pudo regresar al país para confrontar al Gobierno acerca de lo que llamó la "masacre del 4 de junio".
Policías uniformados y de civil montaron guardia en la enorme plaza que fue el epicentro del movimiento encabezado por estudiantes que las Fuerzas Armadas aplastaron en la noche del 3 al 4 de junio de 1989. Los periodistas extranjeros no pudieron llegar al lugar del las manifestaciones ante la vigilancia.
Agentes de seguridad, que verificaban pasaportes, también impidieron que fotógrafos y camarógrafos de TV extranjeros entraran a la plaza para grabar el izamiento de la bandera china, que se hace todos los días al amanecer. Policías vestidos de civil encararon bruscamente a los periodistas en las calles alrededor de la plaza, a quienes insultaron y amenazaron con actos violentos.
Las medidas extraordinarias de seguridad llegaron luego de que censores del Gobierno cerraron el acceso a redes sociales y sitios de publicación de imágenes en Internet, como Twitter y Flickr, y suspendieron las transmisiones de canales de noticias extranjeros como CNN cada vez que mostraban historias sobre Tiananmen. Los disidentes conocidos fueron obligados a quedarse en casa o a dejar Beijing, como parte de los esfuerzos del gobierno para evitar debates en Internet o actos conmemorativos del aniversario organizados.
El segundo líder estudiantil de 1989 dijo que las autoridades le habían negado permiso para entrar al territorio chino de Macao, otro signo de la mano dura contra las protestas.