El nuevo estadio, llamado Territorio Santos Modelo, representa un hito en la vida deportiva de la ciudad. Guardando las debidas distancias tan importante como en su tiempo lo fue el estadio de La Revolución. Aunque entre el uno y el otro considero que hay muchas diferencias sobre todo porque la realización del más nuevo tiene fines eminentemente comerciales. Aún así, marca una frontera entre lo anterior y lo actual y ah vuelto a poner a torreón en el panorama internacional, tan es así que hoy caminarán por alguna de nuestras avenidas, o por lo menos visitarán nuestros lujosos hoteles algunas personalidades que jamás habían estado por estos cerros y tal vez no lo vuelvan a estar.
Por eso se hace necesario hacer ciertas consideraciones, y como el campo de esta columna es el cultural, éstas serán desde este punto de vista, sobre todo centrándonos en lo que mal o bien se ha llamado la cultura de masas, o la industria cultura.
¿Qué tiene que ver el deporte con la cultura? actualmente es una parte importante de la cultura de los jóvenes. Alguna vez definí que cultura es todo lo que da sentido a la vida del hombre, (por eso el arte es cultura, porque le da un sentido estético a nuestra vida). Los jóvenes y muchos viejos, le dan un valor impresionante a las hazañas de su equipo, tanto así que visten la camiseta de este compartiendo un sentido de pertenencia, sobre todo después de un fin de semana en que asistieron a un partido donde han conseguido obtener una catarsis (si me refiero a la misma que planteaba Aristóteles cuando el observador se ponía frente a la obra de arte). El propio muchacho odia ponerse la playera del uniforme escolar. Mal acabando las clases se la quita para entrar en contacto con su mundo juvenil. Sin embargo la playera del equipo no se la quita, la presume ya que es una manera de identificación que lo hace sentir cierta relevancia.
En los antiguos tiempos se contrataban guerreros extranjeros para que combatieran por un príncipe o un reino que no tenía muchos soldados, y estos fueran a ganar batallas a nombre de estos reinos. En la actualidad se contratan jugadores y a muy altos precios. Este equipo, que pertenece a esta región, difícilmente tiene u jugador oriundo de esta ciudad. Por lo mismo , la siguiente temporada, se irá a combatir a otro equipo que mejor le pague; mas bien dicho , sólo en el deporte actualmente aún se estila "Comprar" y "Vender" personas, a la vieja usanza esclavista. Con lo anterior lo que quiero decir es que , en el deporte, otros ganan la batalla por nosotros. Y esos otros seguirán haciéndolo mientras les convenga. Los que nos quedamos en la región y no jugamos las batallas seguiremos firmes en el amor a esa camiseta, no así el jugador que se enamorará de la nueva camiseta que vista.
El efecto producido por este amor a el equipo, es un efecto similar al que tuvieron los medios de comunicación masiva en la primera mitad del siglo veinte al plantearse
Los nacionalismos. En aquella ocasión por medio del cine aprendimos a ser charros y a que el Mariachi representara nuestra nacionalidad. Hoy, es el equipo el que nos muestra como podemos expresar el amor por el regionalismo.
Esta es la función del circo, del romano en la antigüedad, del estadio de fut bol moderno. Similar función en algunas partes del mundo tiene el carnaval y al máscara, sirven como desfogue a la vida cotidiana, un desfogue que por lo general se vive en el anonimato y llega a su punto culminante cuando el equipo llega a ganar un campeonato, (dígalo si no el ángel de la independencia de la ciudad de México). En estas ocasiones somos capaces de romper la norma cívica y moral porque entre todos nadie es culpable. El exceso se da porque es una forma de combatir nuestra frustración. Soy alguien, porque otros me han convertido en alguien, escondido y engañado con esta máscara me atrevo a hacerlo que no haría si tuviera que enfrentarme al mundo en forma individual y con mis propios triunfos de por medio.
Así como el sentido de la existencia social de los pueblos fueron las fiestas que indicaban muchas veces la relación que se tenía con la principal actividad económica, y que marcaban el tiempo o los ciclos del tiempo; el futbol también marca un nuevo sentido del tiempo y por lo menos lo hace en tres niveles; el semanal, de un partido del equipo al siguiente; el que marcan os campeonatos que actualmente son dos en México, y el que marcan los mundiales que se desarrollan cada cuatro años. El tiempo social antiguo tenía relación con la subsistencia, el tiempo deportivo actual tiene relación con los campeonatos, con la preparación par ganar dichos campeonatos y con la mercadotecnia desarrollada. El sentido del deporte es ganar los dichos, no competir, porque solamente ganando es como mi sentido de ser cobra plusvalía.
La importancia de ser a través del deporte se demuestra en la multiplicidad de programas deportivos que en los últimos tiempos se han dado en los medios. El cronista deportivo busca la "verdad de los hechos" en el desarrollo de los partidos, como el crítico literario busca la verdad de los hechos en la obra y el científico los busca en la naturaleza. Podríamos decir que los cronistas deportivos aunque no lo sepan, generan una ciencia del deporte, una filosofía del deporte, juna estética del deporte, una ética del deporte, una moral del deporte, y tienen como paradigma una legislación deportiva. (Estos elementos también conforman la cultura y son importantísimos en cualquier tipo de cultura).
La mitad del tema se me ha quedado en el disco duro, este tema da para más y espero continuarlo en la próxima.