Manifestación. Un palestino visita la casa de campaña de Noam (centro) y Aviva Shalit, los padres de Gilad Shalit,un soldado israelí secuestrado por Hamas. EFE
Las negociaciones se realizan en El Cairo y posteriormente un Gabinete de Ministros resolverá la situación.
JERUSALÉN.- Israel y el movimiento islamista palestino Hamas ultiman en El Cairo, con mediación egipcia, los detalles de un acuerdo de intercambio de prisioneros que el Gabinete de Ministros israelí someterá a votación mañana.
El director del Shin Bet (Agencia de Seguridad de Israel), Yuval Diskin y el enviado del Gobierno, Ofer Dekel, "negocian la liberación del soldado Gilad Shalit y regresarán a Jerusalén esta noche", confirmó Mark Regev, portavoz del primer ministro israelí, Ehud Olmert.
La información que traigan de la capital egipcia será presentada mañana (hoy) ante una reunión especial del Gabinete de Ministros en la que "se tomará la decisión que se tiene que tomar", declaró ayer a los periodistas Olmert, según informa el diario "Yediot Aharonot" en su versión digital.
"Para bien o para mal el asunto se decidirá hoy (ayer)", declaró el ministro de Interior, Meir Sheetrit, que precisó que "este fin de semana (viernes y sábado en Israel), se han hecho grandes esfuerzos para alcanzar un acuerdo" .
Sheetrit recordó que "los días de este Gobierno están contados" y el Ejecutivo "está preparado para completar el acuerdo, pero cuando cambie, nadie sabe lo que ocurrirá", informó.
El diario israelí "Haaretz" informaba ayer en su portada que Olmert ha dado un ultimátum a Hamas para llegar a un acuerdo y ha puesto como fecha límite esta noche (ayer).
El portavoz del primer ministro indicó que "no le consta" que exista ningún plazo límite.
Gilad Shalit fue secuestrado por 3 milicias palestinas a afuera de la Franja de Gaza en junio de 2006, cuando cumplía el servicio militar y sus familiares han intensificado en las últimas semanas la presión para que el Gobierno saliente de Olmert alcance un pacto para su liberación.
Cientos de personas se manifestaron para exigir la libertad de Shalit frente a la residencia del primer ministro en Jerusalén, donde sus padres han instalado en una tienda de campaña.
