Los tacones altos provocan desde dolor de espalda, hasta lumbalgia inespecífica, por eso es bueno no despegarse mucho de la tierra.
Los tacones altos provocan desde dolor de espalda, hasta lumbalgia inespecífica, por eso es bueno no despegarse mucho de la tierra.
A las mujeres, el lucir unos zapatos de tacón alto les es prácticamente irresistible, pues las reglas de la moda dictan que son signo de elegancia, feminidad y sensualidad. Se sabe que de cada cien, 70 de ellas –de entre los 20 y 60 años- los usan, pero la mayoría no sabe que cuando los calzan muy frecuentemente se exponen a sufrir daños ortopédicos.
Expertos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) nos cuentan que las consecuencias de lucir piernas esbeltas y estéticas, con los tacones altos, van desde malformaciones en pies y rodillas, hasta daños irreversibles en columna vertebral que, en muchas ocasiones, acaba en el quirófano.
Altura dañina
Este calzado provoca que el pie sostenga el peso del cuerpo en un sólo punto, lo que crea un desequilibrio y, por consecuencia, una alteración biomecánica por el exceso de trabajo que hacen los músculos y huesos, alerta el doctor Jesús Contreras Nájera, jefe de cirugía de Columna del Hospital General Regional No. 2.
Algunas mujeres tienen problemas en la columna vertebral porque, cuando se usan tacones muy altos, el cuerpo se inclina hacia delante haciendo un gran esfuerzo en ésta; dedos martillo o juanetes y callos debido a que la altura del zapato obliga a los dedos a forzar su posición presionándolos continuamente, y músculos de la pantorrilla o tendón de Aquiles ya que los músculos se contraen, es difícil estirarlos y lograr que regresen a su estado natural.
El especialista indica que las alteraciones biomecánicas provocan el envejecimiento de los discos intervertebrales o degeneración discal, y al paso del tiempo trae compresión de los nervios y la probable necesidad de cirugía como tratamiento.
Buenas maneras
El experto del IMSS nos recomienda disminuir o eliminar el uso de tacones altos (más de tres centímetros), así como preferir zapatos con mayor soporte (tacones anchos) o que sean fisiológicos, es decir que permitan al pie adoptar su posición natural.
Por el uso de zapatos con tacón alto hay trastornos sobre otros sistemas locomotores como:
acortamiento o contractura crónica sobre la pantorrilla, ocasionando que en los días de descanso o cuando la mujer requiera utilizar un calzado fisiológico sea intolerante y condiciona dolor sobre el arco.
Hay varios tipos de tacones en el calzado de mujer: el de plataforma, de aguja, tacones altos, tacones anchos, tacones bajos, que aunado al sobrepeso u obesidad generan daño a la columna vertebral y a los discos intervertebrales, los cuales sufren deshidratación lo que es el inicio de una degeneración que ya no tiene retroceso que requerirá de intervención quirúrgica.
El síntoma principal es dolor en la espalda baja, a nivel de la pantorrilla, del arco del pie, además de la intolerancia al caminar distancias cortas (menor a 100 metros), por los dolores. Dependiendo del tiempo que los utilicen, las horas del día que los ocupan y la frecuencia, será como las complicaciones se presentarán más tempranamente.
Cuando se usa calzado de tacón bajo, el peso del cuerpo se distribuye de forma homogénea sobre el pie, pero si se sustituye por tacones, 75 por ciento del cuerpo descansa en los metatarsianos.