Cuando recientemente se celebraron los primeros 25 años del Santos Laguna, su directiva nos invitó a participar en una plática que se daba a jóvenes universitarios, tocando el tema de cómo se ha reflejado este equipo en toda una Comarca.
Todo muy bien, y aunque por esas fechas todavía no llegaba Navidad, nos atrevimos a hacerle dos peticiones a Alejandro Irarragorri, presidente del equipo ahí presente: una, establecer un himno para el equipo y que lo aprendieran a cantar todos los que aman al conjunto albiverde.
Y la otra, aprovechando la emoción que nos ocasionaba estar en un recinto educativo, el que alumnos distinguidos de nuestras escuelas fueran los invitados de honor en cada partido de local del Santos Laguna, aunque fueran grupos pequeños.
Ahondamos en ambas peticiones y dijimos que el himno del Santos quizá ya existía en los que conocemos, pero que había que hacerlo oficial y difundirlo por todas partes para que lo aprendiéramos niños y adultos y así cantarlo en el estadio y en la calle.
Y en cuanto a los estudiantes distinguidos, recordamos los años en que el ingeniero Salvador Necochea nos pidió lo ayudáramos a conformar lo que sería el equipo de todos. Estábamos todavía en Segunda División y el Corona no se llenaba.
Al ingeniero Necochea le dijimos que lo apoyaríamos gustosos, con la condición de que dejara entrar gratis a los niños al estadio, lo que cumplió siempre. No sabemos cómo vayan por ahora ambas peticiones, así que sería bueno que contestaran los señores directivos.