Temprano, ayer, el niño que vendía gorditas preguntó “¿cómo quedaría Santos anoche ante el Atlante?”. Y tuvimos que decirle: Perdió cuatro goles por cero. El pequeño abrió los ojos y asombrado y triste repitió “¿cuatro a cero, increíble, pues quiénes estaban en la defensa?”.
Le comentamos que se trataba de un juego de preparación, sin mayor relevancia, pero el niño no estaba conforme con nuestra explicación y agregó: “Y le toca empezar contra el América, que también se vio muy mal recibiendo muchos goles ante Atlas”.
Y cuando un pequeño, gran aficionado, tiene esas expresiones y hace esos comentarios, uno no tiene más palabras para atenuar las cosas. Ojalá todo sea sólo un oportuno aviso de que hay que poner mucha atención en la zona defensiva, a partir del domingo.
Porque antes de iniciarse los dos últimos torneos, Santos arrasaba con sus rivales. Eran partidos sin validez oficial, pero en lo anímico servían para señalar por dónde se iba avanzando o retrocediendo. Fue la del sábado una fecha triste.
Porque, primero, el equipo de esta misma institución albiverde que milita en la categoría de Primera A tuvo aquí su primera derrota por dos goles a cero ante los Potros de Chetumal y por la noche vendría la goleada al primer equipo que no pudo anotar un solo gol.
Dicen los nuevos directivos que en lo que se refiere a equipos menores, incluyendo el de Primera A, se está trabajando como nunca pues ahí ahora no hay distracciones, pero lo cierto es que las victorias no llegan y cuando menos este equipo anda mal, mucho muy mal.