Alguna ocasión, platicando con Luis Fernando Tena, en ese entonces técnico del Santos Laguna, nos decía que en todo el futbol, los estrategas de los equipos son los que menos tienen seguro su trabajo, pues siempre están sujetos a sus resultados, y cuando éstos son adversos, no hay mucho tiempo de tolerancia, especialmente de la gente de la tribuna.
Aunque hacía dos distinciones, agregando: no todos somos Ricardo “Tuca” Ferreti o Raúl Arias, que a pesar de sus etapas malas, siguen firmes en sus puestos, por la gran confianza que tienen en ellos sus directivos, haciendo énfasis sobre todo en el primero, por quien dijo sentir gran simpatía. Ha pasado el tiempo y hemos visto caer muchas cabezas de técnicos.
Esta temporada ya cayó el primer técnico. Se trata del argentino Darío Franco que estaba al frente del Atlas y quien a su llegada al cuadro tapatío había ofrecido muchas esperanzas, sobre todo por su forma de motivar a sus jugadores, por su pasión asomada generosa desde un lado de la cancha o desde la misma banca, donde nervioso observaba los encuentros.
Y ya comentábamos que vemos difícil que Miguel “Piojo” Herrera se mantenga en su puesto si los Tecos no levantan cabeza, máxime ahora que el fantasma del descenso se pasea inquieto por el Estadio Tres de Marzo, casa de los emplumados nocturnos. Hasta el mismo Manuel Lapuente, con todo y su brillante pasado, está ya caminando sobre la cuerda floja.
Américo Scatolaro, dirigiendo al San Luis, es otro de los que podrían dejar el cargo, pues todo indica que le ha quedado grande el paquete que le dejó Raúl Arias, ahora al frente del Necaxa. Por cierto, Raúl es de los mencionados por Luis Fernando Tena como capaz y dueño de las confianzas de quienes ahora están al frente del equipo de Aguascalientes.
Aunque no ha podido cumplir con todo lo que soñó para Monarcas en esta nueva etapa, Luis Fernando conserva el respaldo de sus directivos, como le ocurre a Daniel Guzmán, quien no teme a los ventarrones que vuelven a soplar por la Comarca, confiado en lo que logró salvando al Santos y llevándolo a su tercer campeonato, aunque a veces los ciclos terminan.
