Un Minuto de Deporte
¿Qué le pasa a Santos Laguna? Esta pregunta la hacían ayer muchos aficionados, al comentar la derrota sufrida por el equipo de la Comarca ante Tecos, rival que siempre se le ha complicado. Preocupa la falta de efectividad de los delanteros, especialmente de Matías Vuoso, que era el que resolvía las jugadas al frente y ahora está más preocupado por protestar.
La actual realidad muestra que solamente un cincuenta por ciento de los jugadores pone no sólo el cien por ciento en su desempeño sino también el extra, como son los casos de Rafael Figueroa, Juan Pablo Rodríguez, Walter Jiménez, Iván Estrada y hasta el mismo Juan Pablo Santiago, quien ha estado aprovechando muy bien la oportunidad de ser titular.
Pero los demás no están al mismo ritmo ni con la misma entrega. Los refuerzos que se trajeron siguen debiendo, especialmente Quiñones, mientras que a Quintero se le ven muchas ganas pero le falta mejorar en sus incursiones al frente pues su gambeta la han dominado los rivales quitándole el balón y dejándolo tirado en el pasto.
En cuanto al "More" Mosqueda, como que le han faltado oportunidades, pues lo poco que ha estado en la cancha no le ha servido para acoplarse con sus nuevos compañeros. Y es una lástima que Daniel Ludueña no alcance todavía ese cien por ciento que tanta fama le dio en la Comarca y que tanto ayudó para que el equipo se salvara gracias a sus goles y su juego.
Ya quisieran otros equipos, con todo y su cuerpo técnico, tener una directiva tan cumplida y tan cerca de ellos como la que tiene el Santos. A veces nos da la impresión que no la entienden y que por sentirse tan apoyados han perdido la ambición y las ganas de triunfar. La directiva está aparte, pues ha hecho mucho a favor de la Comarca, hasta pugnando por nuevo estadio.
El problema está en el equipo, desde la parte técnica hasta algunos jugadores. A ellos les faltan mejores resultados, que deben darse con estrategias adecuadas y con total entrega y efectividad. Por algo el viejo refrán dice que ni todo el amor ni todo el dinero debe darse a los que se quiere, porque cuando se creen seguros no sienten obligación para responder.
Miguel Ángel Ruelas T.
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