El Salvador dejó ir un valioso triunfo como local al empatar ante Estados Unidos, que remontó una desventaja de dos goles. Un Minuto de Deporte
El sábado por la tarde, en el Estadio Azteca, vimos por fin a una Selección Mexicana bien plantada y con mejor actitud, desempeñándose con atingencia ante Costa Rica, un rival que presumía su calidad de invicto y quería asustar sólo con palabras.
No obstante los verdes salieron dispuestos a reivindicar al grupo, y tenían el gran apoyo de un estadio lleno. Sí se puede, pensábamos muchos cuando iniciaron las acciones y cuando los de rojo empezaron a entender que no la tenían fácil.
Sin embargo no hay que mover la cuerda y tocar campanas, pues falta mucho por hacer en este hexagonal que para México empezó el 11 de febrero en Estados Unidos, donde perdió, y terminará el 14 de octubre en Trinidad y Tobago.
Para entonces se conocerán los tres primeros lugares que habrán conseguido un lugar para ir al Mundial de Sudáfrica el año próximo, mientras que el cuarto sitio de esta eliminatoria entrará en un repechaje ante el quinto lugar de la Conmebol.
Nada hay fácil para nadie, porque Estados Unidos, hoy líder de este grupo con cuatro puntos, empató con angustia ante El Salvador, una selección que dirige muy bien el mexicano Carlos de los Cobos, mientras que Honduras consiguió apenas un empate frente a Trinidad y Tobago.
Aquí, en Santos Laguna, continúan deshojando la margarita, escogiendo al que será el encargado de las fuerzas básicas. Cómo nos gustaría un señor como Efraín Flores, el hijo predilecto de Juchipila, Zacatecas, con gran trayectoria en Chivas Rayadas.