Un Minuto de Deporte
Aunque quienes manejan nuestro futbol tardaron mucho en comprender que Sven Göran Eriksson no era la persona idónea para dirigir a la Selección Mexicana de futbol, esperemos que no sea tarde el arribo del ya famoso bombero atómico Javier Aguirre, ahora ocupadísimo en encontrar la fórmula para ganarle a El Salvador.
Hay una gran diferencia en los estilos del sueco y el mexicano. Aquél se apega a su librito, sin conocer jugadores ni el ambiente en el que se desenvolverá. Javier, en cambio, tiene pegada en la piel la forma de ser y comportarse del jugador mexicano y también sabe darle oportunidad a los nacionalizados, además conoce el medio.
Algo importantísimo en Aguirre es su forma de tratar al prójimo, primero al jugador, con el que busca un contacto directo, de frente y con gran respeto, y hasta comprensión para los representantes de los medios, sin buscar enemigos entre ellos y permitiéndoles hacer su trabajo, sin más restricciones que las normales.
Hoy, Javier está actualizándose yendo a los escenarios a observar esas caras nuevas que le han ponderado y empieza a hacer su lista, asesorado por Manuel Vidrio y por Mario Carrillo. Lo bueno en él es que no se empecinará en los llamados europeos, o sea los que están jugando en el Viejo Continente, sino que podría darle oportunidad a los que están mejor en este momento acá.
También tiene el "Vasco" gran interés por tomar en cuenta el trabajo de las fuerzas básicas, y ojalá esto lo entiendan de aquí en adelante muchos directivos mexicanos de nuestro futbol, que dan bolita con este tema y hacen como que cumplen, sin dar mayores oportunidades a los que se inician.
La contratación de Javier Aguirre sirve para volver a establecer que en México hay buenos técnicos que necesitan oportunidades, antes de recurrir a los extranjeros que cobran caro y no aportan gran cosa. Por lo pronto hay que prepararse para el seis de junio, en que México irá a El Salvador.