Un Minuto de Deporte
El futbol mexicano no tiene campeón. Ayer, en la misma Bombonera, Indios de Ciudad Juárez, equipo modesto y de gran capacidad, dio lección de humildad y entrega a directivos presumidos, técnicos y jugadores exageradamente bien pagados, y está ya en semifinales al vencer al campeón Toluca.
Y esta liguilla, pase lo que pase en sus siguientes fases, será recordada como la del orgullo y la vergüenza, donde equipos muy modestos le han dado una lección y un repaso a los llamados poderosos, teniendo a la cabeza a dos técnicos nada soberbios.
Porque Indios, con su hazaña eliminando al campeón, se une a lo que está haciendo también en esta liguilla el equipo del Puebla, con jugadores que ni siquiera reciben su salario a tiempo y por ello les dicen los abonados, porque reciben sus emolumentos en abonos de parte de una directiva dividida.
Ayer muchos aficionados de la Comarca estaban apoyando a Indios de Ciudad Juárez, no sólo porque ahí está Edwin Santibáñez, parte de una sobresaliente familia de deportistas de esta región, sino porque estaba de por medio el orgullo del mero norte.
Así, el Toluca, que presumía por doquier que sólo había recibido una derrota en todo el torneo, lleno de jugadores muy bien pagados, empezando con su portero y su campeón de goleo Héctor Mancilla, se ha quedado fuera para que otro con más vergüenza y pundonor ocupe su lugar.
En Puebla de los Ángeles, así como en Ciudad Juárez, la fiesta continúa y los sueños se alargan, porque sería formidable que uno de los dos equipos llegara a disputar la final y hasta consiguiera el título, después de haber estado a las puertas del descenso. Felicidades a ambos.
