Un Minuto de Deporte
Por fin, para quienes gustan del buen futbol, en las primeras horas de esta tarde estará celebrándose en la bella y eterna Roma, la final de la Liga de Campeones entre el Manchester United y el Barcelona, bajo la dirección de Alex Ferguson y Josep Guardiola respectivamente.
El alumno español, con la juventud de sus 38 años, estará enfrentando al gran maestro escocés de 68, el primero con un futbol vistoso, de mucho dominio de balón y gran poder ofensivo, y el segundo con el balompie vertical, despojado de florituras y dedicado a hacer daño en la portería rival.
Las apuestas se dividen en una y otra parte del mundo, a veces aventaja el cuadro catalán y luego surgen los que sostienen la grandeza del conjunto inglés. Guardiola tiene respeto por el trabajo de Ferguson, pero en el poco tiempo al frente del Barcelona ha mostrado de sobra su audacia.
Y es que ya desde sus años de jugador era el estratega de la cancha, y ahora, al lado de ella, traslada su espíritu combativo de jugador a sus dirigidos. Aquí jugó con Dorados. No estará Rafael Márquez, hombre de todas las confianzas en la zaga, pero en la media volverá a ser un demonio el pequeño Messi.
Manchester United es una amalgama de jugadores nacidos en diferentes lugares del orbe donde los gemelos Da Silva han hecho la pareja perfecta jugando las laterales por ambos lados, mientras que "El Apache" Carlos Téves ha resuelto jugadas que se consideraban hechas para Cristiano Ronaldo.
Rojos tiene un número impresionante de seleccionados de diferentes países, algo que le da confianza a Ferguson, el hombre que inició su caminar como técnico del Manchester en el lejano 1986 y que le ha servido para ganar 33 títulos y quiere muchos más.