Por la vía de los penales, Gallos Blancos de Querétaro volvió ayer a la Primera División, y Venados de Mérida se quedó en la orilla, después de una gran campaña. Enésima ocasión en la que los anfitriones del estadio de la Corregidora estarán en el máximo circuito, donde no duran mucho y donde no han tenido tiempo para destacar.
Y mire usted que los favoritos eran los de la península, pero los calambres los empezaron a vencer durante los tiempos extra y la inseguridad fue presa de Olsina, uno de los de más experiencia y quien fue el único que falló el penal que tiró, dejando así la puerta abierta para que los emplumados se dirigieran a la conquista del campeonato.
Querétaro estará dentro del Grupo Uno, acompañado de Toluca, Chivas, San Luis, Atlas e Indios de Ciudad Juárez, donde tendrá que ganar y ganar. La afición de los Gallos no ha tenido una directiva firme que apoye y que conforme un equipo competitivo. Todo esto pudo ocurrir no hace mucho, cuando un proyecto ambicios que se tenía fracasó antes de dar sus primeros pasos.
Ahí estaban en aquél entonces Alejandro Irarragori y Daniel Guzmán, prestos a darle vida a un ambicioso proyecto para los Gallos Blancos, pero hubo diferencias y los nombrados se retiraron y aparecieron en la Comarca Lagunera para rescatar al Santos Laguna, y darle vida a ese proyecto que era para los Gallos.
Queretaro merece mejor suerte, ojalá haya gente de empuje en su directiva para formar un buen equipo, del que ya tiene buena base pues sus hombres esperaron serenos y seguros este desenlace e hicieron lo mejor para quedarse con el campeonato y con el derecho al ascenso. Lo hecho por Venados tiene también su mérito, y ya tocaron las puertas de la Primera.
Y ahora a esperar el desenlace del campeonato del máximo circuito. Pumas lleva la ventaja pero en Tuzolandia ese marcador parece pobre, a menos que Ricardo Ferreti tenga el sistema ideal para ir por más goles y anular a un conjunto muy completo, bien conformado, con un plantel de lujo y una banca de primera.