Para nosotros, Guillermo Garibay Fernández no sólo fue nuestro gran ídolo en el beisbol, sino también un gran amigo, un compañero inolvidable de tantos viajes en busca de mejores horizontes para el beisbol y también para el basquetbol lagunero.
En la Galería del Deporte de La Laguna (Gadel) lo recordamos viendo sus fotos y leyendo sus historias. Estarán siempre presentes en nuestra mente las muchas veces que anduvimos por la Unión Americana, nosotros conociendo estadios y gente famosa que él nos mostraba.
Y ahí cerca siempre Jorge Duéñez Zurita, ex jefe del inolvidable Unión Laguna, riendo de todo lo que platicábamos Memo y nosotros, haciendo planes para conocer mejor la ciudad en la que nos hospedaríamos y donde Memo era nuestro guía, acompañado de Ricardo Duéñez.
Guillermo Garibay Fernández nació el seis de junio de 1921 en Torreón, y en esta misma ciudad moriría el 17 de octubre de 1996. Debutó en 1941 con Unión Laguna y pronto fue designado "Novato del Año". Luego se fue a Tecolotes, San Luis y Veracruz.
Si como beisbolista fue sobresaliente, como manager resultó una gran revelación, habiendo conquistado cuatro campeonatos con Venados de Mazatlán y varios más dirigiendo a Charros de Jalisco, Tigres del DF y Algodoneros del Unión Laguna.
En varias convenciones del beisbol organizado, celebradas en Estados Unidos, Memo Garibay fue homenajeado, y en algunas de ellas estuvimos presentes, uniéndonos al regocijo que sentían todos los comarcanos por lo que había logrado uno de sus hijos predilectos.
Hombre de futbol de toda la vida, fue presidente del des-aparecido equipo Laguna de 1974 a 1977, cuando la Ola Verde militaba en Primera División Nacional y vivía el drama del descenso, sobre todo en las temporadas 1972-73 y 1973-74, en las cuales jugó la liguilla por no descender, salvándose de ambas.
Antes de dirigir al Laguna, don Raymundo Portilla Fernández había sido vicepresidente de los desaparecidos Diablos Blancos del Torreón, por encomienda de don Juan Abusaíd Ríos (QEPD), propietario de este último equipo.
Don Raymundo recuerda que para la temporada 1975-1976 se logró la contratación del prestigiado técnico José Antonio Roca (QEPD), a iniciativa de don Alfonso Estrada, también finado.
El "Mister'', como se conocía al señor Roca, llegó al equipo Laguna después de dirigir al América durante cinco torneos largos, habiéndolo coronado campeón en la temporada 1970-1971.
José Antonio Roca, un hombre conocedor de futbol, le dio otra fisonomía a la Ola Verde, logrando convencer a la directiva del América para que le facilitara a varios elementos que estaban a punto de saltar al primer equipo, para que vinieran a reforzar al Laguna. Fue así como llegaron el guardameta Pedro Soto, el defensa lateral Jesús "Palillo'' Martínez y el delantero Sinue Girón, quien se quedó a radicar en esta Comarca al término de su carrera profesional.
Por su parte, la directiva lagunera, encabezada por don Raymundo Portilla Fernández, realizó grandes esfuerzos para contratar a los jugadores argentinos Hugo Carril y Juan Alejandro Onis, el primero de ellos venía procedente del Rosario Central, y José Antonio Roca había tratado de llevarlo un año antes al América, pero no lo consiguió.
A la contratación de los dos argentinos en mención, se logró la repatriación a la Comarca del defensa central Óscar Rolando Peruchi y José "Caica" Zamora, que habían pertenecido al des-aparecido equipo Torreón y estaban en los Leones Negros de la Universidad de Guadalajara.
De esta manera el "Mister'' armó un equipo competitivo, que logró al término de la temporada sumar 39 puntos en 38 partidos jugados, ocupando la novena posición entre 20 clubes participantes.
Los resultados obtenidos por José Antonio Roca al frente del equipo Laguna fueron la plataforma que lo llevó a dirigir la Selección Nacional en el Premundial de 1977 en México y en el Mundial de Argentina 1978.
¡Hasta el próximo miércoles!
Ante todo, un gran abrazo a todos mis colegas en el ejercicio de la hermosa y dura tarea de la paternidad. Espero hayan pasado un día maravilloso y que las muestras de afecto y cariño no paren ahí, sino continúen todos los días.
En este tema del amor filial, recuerdo que cuando éramos niños y obvio, el comportamiento era atroz, nuestros progenitores buscaban espantarnos con personajes surgidos de la imaginación popular pero que resultaban tan aterradores, que cumplían con el objetivo de regresarnos al buen camino. En casa, si desobedecías alguna orden, la amenaza era que te iba a llevar "el viejo del costal", un individuo vestido de pepenador, con la cara muy parecida a Decio de María y que se dedicaba a robar infantes para ponerlos a trabajar en las más infamantes tareas. El resultado era mágico, ya que inmediatamente los vándalos se transformaban en querubines.
El tema viene a cuento toda vez que en la actualidad, la mejor forma de espantar desde al presidente de la Femexfut hasta al más pequeño recogebalones es decir: "Ahí vienen los gringos" y en la máuser, todos a gemir, llorar y correr.
En una especie de "corte de caja" al día de hoy, Estados Unidos es mejor que México. Suena fuerte y puede resultar doloroso pero la planeación, la continuidad, la preparación técnica, física y, sobre todo, mental de sus jugadores los ha llevado a ejercer esa paternidad sobre los nuestros. El Tri puede ganarle a los gringos en el Azteca pero primero deberá vencer sus propios fantasmas y dejar de asustarse con un simple "tigre de papel".
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