Cuando antes del partido Santos-Tigres Alejandro Irarragorri entregaba a Gustavo de Villa Vázquez un bonito trofeo, en reconocimiento no sólo a los 25 años de éste en la parte directiva del Santos, sino a la capacidad mostrada en sus funciones, vinieron a la mente recuerdos.
A los tiempos en los que tocábamos puertas pidiendo el apoyo de los laguneros y sobre todo de su iniciativa privada, pues a Salvador Necochea lo habían dejado casi solo con la empresa de devolverle el futbol grande a la Comarca, después de que muchos se hicieron para atrás.
Salvador nos enseñó la lista de los que prometieron y no cumplieron, así que recurrió a gente como Gustavo de Villa para ir poniendo los cimientos de lo que sería una gran institución, orgullo de la Comarca. De Villa muy joven mostró empaque de gente grande.
Y vinieron los tiempos difíciles que nos hicieron en algún momento invitar a don Gustavo a colaborar con nosotros en este Diario, cuando podíamos hacerlo y cuando teníamos tareas mayores en el crecimiento de esta empresa que se fue arriba.
Él nos agradeció la invitación y dijo sentirse enamorado de un proyecto que un día triunfaría, y estaba en lo cierto. Le ha tocado de todo, momentos gratos y muy difíciles que llevaron al sanatorio, pero siempre ha estado al pie del cañón.
Qué bueno que haya este reconocimiento para uno de los pilares del equipo de la Comarca. Él ha sabido ganarse un lugar especial y lo reconocen todos los medios y muchísima gente de la región. Felicidades a un hombre cumplido y cabal, y a su hermosa familia.
Mruelas@elsiglodetorreon.com.mx