Hay muchos motivos para que la afición de Santos Laguna esté ahora contenta y motivada. Su equipo ha sacado la garra y la chispa de que estaba creciendo hace tiempo, y hoy todos los que gustan del futbol a lo largo y ancho de nuestro territorio saben que el equipo de la Comarca ha vuelto a ser espectacular y respetado por los rivales.
Hay que resaltar los méritos que en el proceso y el paso actual del conjunto tiene Alejandro Irarragorri, un joven directivo que ha ido madurando y aprendiendo cosas que no estaban en su agenda. Lo recordamos recién llegado, desconociendo muchas cosas de nuestra Comarca y su gente, y hoy es un experto en varios temas.
A pesar de sus múltiples tareas, se ha dado tiempo para tratar y conocer a varios personajes de nuestra comunidad. Ha tenido con todos ellos un trato abierto, a veces demasiado abierto, pero esto le ha ayudado a eliminar barreras y a acercarse más a gente que tiene importancia y relevancia.
Pero lo más interesante es la forma en que ha destrabado nudos en el equipo. Por ejemplo, en la época de Daniel Guzmán, cuando las cosas no se daban bien, Alejandro se acercó al "Travieso", habló largo y tendido con él y le dio todo su apoyo para que sintiera que aunque se descendiera Daniel estaba adentro.
Eso fue fundamental, y usted ya conoce lo demás. No hace mucho las presiones aumentaban nuevamente, ahora con todo el equipo y sobre todo con Sergio Bueno. Se había ido a Toluca en la fecha cinco y golearon a los Guerreros 3-0. En la seis se empató a 2 con Tigres, pero en la siete cambiaron las cosas, ganándole a Tecos 2-4 en su casa.
Dicen que al final del partido, Alejandro Irarragorri se acercó a Sergio Bueno, le estrechó la mano y le dijo "me la juego contigo, a donde vayamos". Y las cosas cambiaron diametralmente. Hoy se puede ganar o perder, pero Santos Laguna ha vuelto a jugar con alma, vida y corazón, como lo quiere su afición, y así tiene que seguir.
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