Cuando Santos Laguna iniciaba su andar por los campos del futbol mexicano, un grupo de laguneros desinteresadamente se unió para apoyar a Salvador Necochea en la empresa que día a día crecía y tomaba forma. Recordamos a varios de ellos.
Como el licenciado Mario Martínez, que era ejemplo de entusiasmo y organización. Lo ubicábamos dentro de algún tiempo no lejano en un puesto directivo, pero él siempre se mantenía al margen de los reflectores pues decía que su misión era otra.
Incluso atendía además los quehaceres de una liga de futbol amateur que le ocupaba sus sueños. Por ahí andaba también Javier Gutiérrez Pesquera el "Colorado", que había estado desde el principio también con su entusiasmo y sus ideas.
Y cómo olvidar al sacerdote Gerardo Zataráin, que nos acompañaba a todas partes en su "vochito" que nunca lo dejó tirado. Eran tiempos en que el club rentaba alguno de los camiones del doctor Dionisio Sánchez Guerrero, quien también se hizo fiel seguidor del Santos.
Hemos mencionado varias veces las reuniones nocturnas de los jueves, en la casa lerdense de Salvador, donde brotaban ideas para ir conformando el equipo, y donde se reunían muchos como Beto Garza, Carús Estrada o el ingeniero De la Torre.
Fueron tiempos especiales que nunca olvidaremos, porque ahí fueron creciendo nuestros hijos, escuchando los proyectos de un equipo que nacía en medio de muchas estrecheses y que hoy, gracias al esfuerzo, la tenacidad y la capacidad de su gente, tiene un sitio importante.
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