Por poco y la despedida del Estadio Corona se convierte en noche triste, pues Pumas desde el minuto 10 de la primera parte ganaba con golazo anotado por Pablo Barrera, quien había iniciado con mucha enjundia por derecha y luego se movía por toda la cancha.
Y es que Sergio Bueno no fue acertado en su planteamiento inicial, ni con sus hombres ni con el esquema de juego, pues para sorpresa de todos puso a Daniel Ludueña de compañero de Vuoso en la delantera, dejando a Darwin Quintero en la banca.
Así, Sergio Bernal, el arquero universitario, tuvo un primer tiempo tranquilo, y la enjundia solitaria de Vuoso fue insuficiente para alarmar a los visitantes. Fuentes y Verón se encargaron de congelar lo poco que intentaban los locales yendo al frente.
Fue hasta el segundo tiempo cuando se le prendió el foco a Sergio Bueno mandando a la cancha a Quintero y a Carlos Ochoa, quienes de inmediato mostraron lo equivocado que había estado el técnico, y en el primer minuto ya estaban poniendo peligros.
Pero el tiempo transcurría y Santos por más que insistía no podía vencer la defensiva unamita y las facultades de Bernal aparecían una y otra vez, hasta que Darwin Quintero en una de sus espectaculares incursiones al frente mandó disparo que rechazó Bernal y aprovechó Vuoso para empatar.
Había que ver la alegría que el gol causó en los que llenaban el Corona, los pañuelos blancos se agitaron y lo mismo ocurrió con la "ola", que hacía tanto tiempo no se aparecía por el Corona. El final fue dramático y Santos no pudo aprovechar varias que tuvo.
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