Futbolísticamente Santos Laguna está capacitado para entrar a la liguilla, sólo falta que mentalmente también lo esté, pues llegamos a la etapa en la que los imponderables brotan espontáneos en cada partido, y especialmente cuando se está en fase decisiva.
Así pues, cada jugador debe entender que ahora se juegan lo que muchos llaman verdaderas finales, donde cada error cuesta el doble y cada acierto es apenas un pasito para ir adelante. Ahora habrá que cuidar todos los detalles, especialmente los del arbitraje.
A lo largo del torneo, Santos Laguna presumió de ser uno de los equipos más limpios y de los que menos tarjetas recibieron, incluso no había aparecido ninguna roja en su contra hasta la que expulsó a Carlos Ochoa ante el Monterrey, la que se protestará.
Este es un aviso de los imponderables que decimos, podrían aparecer en la última fase del torneo, lo que perjudicaría al equipo, que ahora más que nunca debe conservar a todos sus hombres, pues cada uno tiene ya una misión que cumplir.
Mañana, ante Gladiadores del San Luis, Santos tiene difícil prueba. Es cierto, ya se ha ido al Alfonso Lastras a ganarle a los anfitriones, pero nadie menosprecia a quienes hacen honor a su mote de combate, y sobre todo a gente como Adrián Martínez, Coudet y los Moreno.
Pero el equipo de la Comarca no deberá esperar más para estar en la liguilla, y ya sabemos que fuera de casa también sabe jugar bien. Y luego a cerrar con broche de oro el domingo siguiente frente al América, pasando antes por la gran inauguración del TSM.
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