Sacando el espíritu guerrero, Santos Laguna consiguió ayer su primera victoria de esta liguilla, a pesar de quedarse con 10 hombres por la expulsión de Vicente Matías Vuoso, pero los que se quedaron en la cancha se multiplicaron impulsados por Daniel Ludueña y los goles de Ochoa.
Fue un partido intenso, en el que desde el silbatazo inicial los 22 jugadores salieron a brindar espectáculo ofensivo. Entradas fuertes y futbol de primera intención fue la constante, con dominio inicial de los locales, pero luego vino un bajón de los de casa.
El balón era perdido con ingenuidad por los de verde y uno de ellos incluso no pudo cabecear, Carlos Ochoa, pero llegó Darwin Quintero y buscó su gol. El balón engañó a todos y quedó en poder del mismo Ochoa, quien sin mucho ángulo anotó el primero.
Apenas había iniciado la segunda parte cuando Iván Estrada, queriendo devolver a Oswaldo, dejó el balón en las piernas de Hugo Droguett, quien se avivó y mandó la bola por entre las piernas del arquero de casa para empatar los cartones.
Santos reaccionó y minutos después Matías Vuoso, que casi no había aparecido, anotó pero el gol fue invalidado por Arredondo señalando que había sido con un recargón. Esto enojó al "Toro", que reclamó, para la primera amarilla y al insistir se ganó la segunda y la roja.
Parecía el clavo del ataúd, pero Santos nunca se dio por vencido y entonces Daniel Ludueña se echó el equipo a la espalda y empezó a orquestar, mandó balón a Quintero y éste a Ochoa para anotar el del triunfo ante la alegría del respetable. Agónico y dramático triunfo.
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