El futbol tiene momentos para todo y para todos. Da tiempos de desilusión y de glorias, de fracasos y de revanchas. Eso hemos visto desde que Santos Laguna se cambió a su nuevo Territorio. Ahí, gente como Carlos Ochoa Mendoza se ha pasado de villano a héroe.
Nos recuerda la historia de otro gran guerrero que por aquí pasó, Denis Ramón Caniza. Cuando el paraguayo arribó, precedido de fama, su actuar en la zaga lagunera no era la esperada, incluso se vio afectada por los autogoles. Después sería figura grande.
Hoy, Denis Caniza está convertido en el capitán de la selección guaraní y milita con el Nacional de su país. A punto está de llegar a su cuarto Mundial, pues ha estado en Francia '98, en Japón 2002 y en Alemania 2006. El delantero mexicano Carlos Ochoa había pasado por etapas muy malas.
La última con las Chivas, donde las cosas no se le dieron. Pero calladamente siguió trabajando, y decíamos que en Santa Rita era de los que más luchaban, sin quejarse ni hacer dramas. Hoy está convertido en la figura más importante de lo que va de la liguilla.
El mismo Sergio Bueno ha tenido un gran respiro al funcionarle su estrategia y su actitud, especialmente cuando el equipo se quedó con 10 hombres por la expulsión de Vuoso. Lo vimos que sin desesperarse hizo ajustes, y esa calma pareció transmitirla a sus jugadores.
Esto apenas empieza, falta terminar bien esta etapa en el Morelos de Morelia, pero antes Sergio Bueno tendrá que reunirse con sus jugadores y decirles "este era un gato, con los pies de trapo", o sea, recordarles que los errores cuestan al triple y que discutir con los árbitros es muy perjudicial.
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