Siempre hemos pensado que muchos y muy buenos jugadores se desperdician, dejan pasar sus mejores años, no tanto por su culpa, sino por la falta de atención, capacidad y honestidad de sus entrenadores. No todos los actores de la cancha son como Matías Vuoso.
Éste, como lo decíamos ayer, sale en cada partido a luchar y batallar con el rival, al que enoja y desespera pronto, pero hay muchos que salen a la cancha a mostrar su temperamento del momento, a veces ofrecen señores partidos, otras ni se nota su presencia.
Esto lo conocimos hace mucho tiempo, desde que Miguelito Marín era técnico de aquella Ola Verde. Nos unió una bonita amistad y notando nuestra curiosidad por conocer más del medio, nos enseñaba cosas que le había dado la experiencia.
Fue él quien tocó ese tema al ver la indolencia de algunos de los jugadores que tenía a su cargo, y nos decía que estos mismos estaban ganando su lugar no sólo en la banca, sino próximamente en la tribuna, de donde nunca debieron haber salido.
Así que ojalá Rubén Omar Romano sepa explotar las cualidades de los jugadores que tiene ya a su cargo, pues hay varios que con facultades no han podido dar un rendimiento parejo porque combinan las de cal con las de arena.
Ya en la pretemporada "El Centurión" habrá podido empezar a establecer quién le servirá y quién no, y es muy probable que haya sorpresas y que algunas de las grandes figuras se vayan a la banca para darle el lugar a los que estén ya buscando un sitio en el primer equipo.
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