UNA DE LAS causas que han originado el hartazgo ciudadano y su repulsión a todo lo que huela o se parezca a la política ha sido lo relacionado con los candidatos a diputados. A ello ha contribuido muy especialmente la guerra sucia que algunos partidos políticos y sus dirigentes, muy especialmente el señor Martínez del PAN, han venido instrumentando antes y durante las campañas políticas de los aspirantes a una curul en el Palacio de San Lázaro.
LA CIUDADANÍA ESTÁ Ya hasta la coronilla de los aspirantes que se vienen dando con todo, hasta con la cubeta; pero como contraste, ninguno se compromete ni asume un compromiso real con sus electores. Varios de los actuales legisladores en funciones fueron candidatos de un partido equis y más pronto que tarde se cambiaron a otro, a veces, al partido que durante su campaña habían calificado de corrupto e ineficaz. Otros han cambiado hasta de su fracción parlamentaria como se cambian de camisa. En estas condiciones el electorado está muy escamado y desconfiado de los diputados y de los candidatos a diputados.
LOS MISMOS PARTIDOS Políticos no han podido o no han querido, hacer una oferta o compromiso de un paquete legislativo a sus electores. Los diputados por sí solos no pueden modificar ni mejorar las leyes que no rigen. Es necesario el consenso de una mayoría y la instrumentación de su partido. Es por eso que solamente un paquete legislativo por cada partido político, podría dar al electorado más o menos una idea de las cosas que cada organización política pretende cambiar.
SI LOS PARTIDOS POLÍTICOS Listaran simplemente diez temas por ejemplo, sobre política económica, social, de seguridad pública, salubridad, servicios médicos, impuestos, educación, vivienda popular, etcétera, el elector podría elegir a los diputados con base en el paquete legislativo del partido que los postula, pero es así. En lo general cada diputado tiene su propia visión de la problemática del país, que finalmente convierte a cada diputado en una ínsula desconectada de los programas generales de su partido o de las cosas importantes que se deben cambiar en este país.
MIENTRAS ESTAS Cosas van sucediéndose al calor de las campañas de los diversos partidos, algunos candidatos han sido multados por los señores del IFE por cosas verdaderamente triviales muchas de ellas causan verdadera risa. La dictadura de los burócratas del IFE ha llegado a tales dislates gracias a una legislación electoral que también da risa, como lo siguiente: al blanquiazul se le multó con 452 mil 710 pesos por las declaraciones de su dirigente estatal, Eduardo Rosales, en contra del candidato priista a la alcaldía de Guadalajara, Aristóteles Sandoval, y porque el dirigente municipal blanquiazul, Manuel Romo, publicó un desplegado en el que cuestiona de manera ¡denostativa! al aspirante tricolor; otro por poner publicidad en un cerro; otra porque un candidato se robó unas muestras de cabello durante el antidoping y otra porque un panista dijo en un discurso que la Administración anterior del PRI fue mentirosa y corrupta.
COMO VAN LAS COSAS No está lejano el día en que los burócratas del IFE multen a un candidato porque le sacó la lengua a su contrario. Todos estamos de acuerdo que el encaje se ve bonito, pero tan ancho.
MIENTRAS TODO Esto sucede nadie sabe realmente ni por quién votar, o si anula su voto o si lo emite en blanco; pero la realidad es que nadie sabe a ciencia cierta lo que piensa hacer el candidato una vez ya electo cuando se encuentre sentadito en su curul, lo que equivale realmente a votar a ciegas cosa que también es muy peligrosa.