Nunca es demasiado temprano para comenzar con el cuidado de la vista: la niñez es uno de los mejores momentos.
Nunca es demasiado temprano para comenzar con el cuidado de la vista: la niñez es uno de los mejores momentos.
El mejor momento para echar una mirada a la vista de los niños es al término de las vacaciones, ya que “revisar la calidad visual de sus hijos en el regreso a clases podría marcar la diferencia entre tener un estudiante con buenas calificaciones o uno con bajo rendimiento”, indica el doctor Yudy Marín Alanoca, integrante de la Sociedad Mexicana de Oftalmólogos Militares.
Si un niño tiene bajo rendimiento escolar, saca bajas calificaciones, presta poca atención en las clases y se distrae mucho al hacer las tareas, es probable que sufra problemas visuales y los padres ni siquiera estén enterados, indica el oftalmólogo.
Cosas lógicas
“Dado que 80% de la información que percibe un alumno es a través de la vista, realizar a los hijos un examen visual al inicio del ciclo escolar puede ser la clave para corregir defectos de la visión y, en consecuencia, mejorar el desempeño escolar y la calidad de vida en general”, señala.
La mala visión es un asunto delicado, pues —de acuerdo con la Academia Americana de Oftalmología— uno de cada cuatro niños padece algún defecto visual como miopía, astigmatismo o hipermetropía, “lo alarmante es que en numerosos casos los padres desconocen que sus hijos padecen dificultades visuales debido a que los niños no comunican sus molestias o piensan que ver borroso es normal”.
Marín Alanoca advierte que “es importante prestar atención a nuestros hijos ante signos y síntomas como dolor de cabeza al salir de la escuela, ojos irritados al hacer sus tareas escolares o fruncir el seño en el momento de leer, que probablemente se deba a una dificultad en la visión que requiera ser corregida a través del uso de lentes que brinden calidad, confort y protección visual”.
Explica que a errores refractivos comunes en la niñez como miopía, hipermetropía y astigmatismo se suman otros problemas como estrabismo (ojos cruzados), ambliopía (ojo perezoso) o ptosis (caída de párpados), que también pueden alterar la vida escolar de los pequeños estudiantes.
Tema olvidado
El oftalmólogo menciona que la exposición a los rayos ultravioleta (UV) solares es factor de riesgo determinante para la salud visual infantil, pero es un tema poco conocido por padres y maestros, pero que puede ocasionar problemas como conjuntivitis, queratitis, pterigión, ojo rojo y otras por efecto acumulativo de la radiación como catarata o degeneración macular.
“Durante la niñez estamos mayormente expuestos a los rayos UV solares, en una proporción de tres a uno respecto a los adultos, debido a que hay una gran disposición a estar en ambientes al aire libre como en clases de educación física y actividades deportivas en la misma escuela o al salir de clases”, dice el experto.
Es muy importante que los padres tomen medidas preventivas para cuidar la salud visual con el uso de lentes como Transitions, los cuales se ajustan a las necesidades visuales de los niños, bloquean 100% de la radiación ultravioleta solar (UVA y UVB) y protegen contra el deslumbramiento, manifiesta el especialista.
“Ante los factores que pueden limitar la calidad visual de los escolares, especialmente en los niños, es recomendable practicarles exámenes visuales cada seis meses, ya que con el crecimiento también la visión presenta modificaciones, consecuencia de cambios en la graduación que son normales hasta alrededor de los 20 años”, dice el especialista.
