Una realidad muy difícil de aceptar

Negación, enojo, depresión, regateo y por último la aceptación son las etapas que vive una persona al conocer que padece de una enfermedad grave, como lo es el cáncer de mama o cérvico- uterino.

La psicóloga, Clara Zepeda García, explica que el paciente que padece una enfermedad considerada como incurable o que provoque la mutilación de alguna parte del cuerpo, experimenta dichas etapas.

La primera es la negación, el paciente no acepta su enfermedad y busca otras opciones con médicos con la idea de que el diagnóstico sea diferente. La segunda es el enojo, "la persona se pregunta, ¿por qué a mí?, ¿por qué no a otra persona?".

Después de estas dos etapas, viene la depresión. Aunque la persona dice que le pondrá todas las ganas del mundo para salir adelante, "muchas veces se encierran en sí mismos o con su familia", indica Zepeda García.

El regateo es el siguiente paso. "La persona le regatea o negocia con Dios diciéndole que si le da otros meses de vida hará esto y aquello, o bien que sólo le dé el tiempo necesario para terminar ciertas cosas".

Y en último lugar está la aceptación. Luego de experimentar diversas etapas, el paciente termina por aceptar su enfermedad y trata de salir adelante.

 LO PEOR Además de conocer que se está enfermo, lo peor es saber que se podría perder un miembro del cuerpo. "En las mujeres, cuando pierden un seno o la matriz a causa del cáncer, se sienten que ya no sirven como mujeres y entran en una profunda depresión nuevamente", dice.

Para evitarlo, la familia y la pareja son una herramienta para salir adelante. "Es importante que brinden su apoyo y eviten caer también en depresión", dice.

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 FUENTE: CLARA ZEPEDA GARCÍA, PSICÓLOGA