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Unen sus vidas María del Pilar y Eduardo

Amigos y familiares que acompañan el día de su boda a los felices novios, Srita. María del Pilar Barrios Sánchez y Sr. Eduardo Barrón Fernández.- Gerardo Rivas Fotografía

Amigos y familiares que acompañan el día de su boda a los felices novios, Srita. María del Pilar Barrios Sánchez y Sr. Eduardo Barrón Fernández.- Gerardo Rivas Fotografía

DRA. MA. DEL CARMEN MAQUEO GARZA

JACOBO ZARZAR GIDI ¿de Qué Estamos Hechos? / Contraluz Srita. María del Pilar Barrios Sánchez y Sr. Eduardo Barrón Fernández contrajeron matrimonio en la iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación, el sábado siete de noviembre de 2009, en punto de las 20:00 horas, ante las bellas palabras y la bendición del Pbro. Antonio Baca Padilla.

En tan especial ocasión, los novios contaron con la presencia de sus padres, Sres. Ricardo Barrios Herrera y María del Pilar Sánchez Herrero; Alfredo Barrón Gutiérrez y Adela Fernández García.

Posteriormente amigos y familiares de los recién casados los acompañaron al banquete nupcial, el cual se llevó a cabo en el área verde del fraccionamiento Las Villas.

Alrededor del Día de Finados viajé por motivos familiares a la Ciudad de México; mi estancia coincidió con la festividad de los Fieles Difuntos, de manera que disfruté una ciudad capital vestida de zempasúchitl y de calaveras de azúcar con ojos de colores muy vivos, dentro del modo muy nuestro de celebrar a la Catrina, esa figura única, representativa de la muerte a la que nadie ha de escapar, pero que mientras llega se convierte para nosotros en símbolo gozosamente festivo.

En este tenor tuve oportunidad de asistir a la puesta en escena de la Leyenda de la Llorona que se viene llevando año con año dentro del canal de Xochimilco por parte del grupo teatral Ollin Acalli. Para llegar al escenario montado a manera de pirámide sobre una chinampa conocida como Isla Tlilac en la zona lacustre de Xochimilco, nos desplazamos de veinte en veinte a bordo de típicas trajineras saliendo desde el embarcadero de Cuemanco. El viaje de ida fue bastante ordenado, pero en el de regreso nos salió nuestro clásico estilo muy mexicano, y en un afán de pasar cuatro trajineras por el ancho del canal donde caben dos, ocurrieron dos o tres accidentes que afortunadamente no pasaron a mayores y que a fin de cuentas constituyeron motivo de choteo entre todos los asistentes.

La leyenda habla sobre una mujer azteca llamada Cihuacóatl quien pierde a su esposo (español, según el relato) en una batalla; asolada por la viudez intempestiva cae presa de la insensatez, de suerte tal que ahoga a sus pequeños en el propio lago de Xochimilco. No logra cristalizar su intención de quitarse la vida ella también, luego de lo cual es condenada por su delito a morir sacrificada, y se cuenta que su alma ha quedado penando, los lugareños refieren haberla visto a la orilla del canal gritando con voz desgarradora: "¡Ay mis hijos! ¿Dónde están mis hijos?"...

Ciertamente la representación está montada bajo la premisa de elaborar una pieza lucidora que no propiamente se apega a la leyenda original; la veintena de actores cuenta con apoyo de un grupo de música prehispánica en vivo, y contingentes que se desplazan por las aguas del canal, alrededor de la chinampa, representando la llegada en el siglo dieciséis de los conquistadores, y posteriormente de los frailes misioneros. Por cierto, la versión de este año rinde un tributo póstumo a Dolores Olmedo.

Todo lo anterior me permitió alejarme por unos cuantos días de la rutina, como en cierta medida de las noticias habituales; a mi regreso me topo con dos de ellas por demás contradictorias: Por una parte Fernando Gómez Mont asegura que el índice de delincuencia ha disminuido con relación a años previos, los ojos se me ponen de colores como los de las calaveritas de azúcar al leerlo; por el otro lado la ciudadanía de Juárez en Chihuahua, desesperada por la persistencia de la ola de violencia pese a la presencia militar, solicita el apoyo de los cascos azules de la ONU para poner paz en aquella plaza. Entendemos que no es posible satisfacer esta petición, puesto que los cuerpos de paz están para ir a zonas de conflictos bélicos, lo cual no es el caso nuestro. En una nota aparte, Jesús Ortega, dirigente del PRD increpa a Felipe Calderón con una frase que encontré maravillosa: "La recesión no se combate con declaraciones". Porque, a la luz de las declaraciones de nuestros funcionarios de más alto nivel, y por increíble que cualquiera de nosotros pueda hallarlo, el diagnóstico "oficial" es que el país, luego de un catarrito menor, está en plena recuperación, y como diríamos los pediatras, coopera, juega y sonríe, datos inequívocos de una franca mejoría.

...Entonces vino a mi mente ese bagaje cultural extraordinario constituido por nuestras tradiciones y leyendas, particularmente la que habla del Quinto Sol, y de cómo Quetzalcóatl se ofrece de entre los dioses para descender al Inframundo en busca de un hueso de los viejos para crear al hombre nuevo, y del modo como Mictlantecuhtli, dios del Inframundo, primero le dice que lo tome, pero luego se arrepiente, y lo persigue ferozmente tratando de acabar con él... No sé por qué me vino esta precisa idea en este preciso momento cuando hablo de los diagnósticos oficiales de salud a un país enfermo, perseguido y violentado... a veces me preocupan mis pensamientos traviesos (o aviesos, según el color del partido con que se mire).

Bien, luego de todo lo anterior viene Calderón a inaugurar el Estadio Santos Laguna a mi natal Torreón, y se sorprende cuando es abucheado... Señor presidente, somos patria, estamos hechos de firmes raíces sí, pero también estamos hechos de grandes esperanzas que se nos incumplen con el tiempo, más y más.

 LOS DEBERES DE UNA ESPOSA

En el mes de agosto del año 2003 asistí a una boda religiosa en la iglesia de Santa Engracia, que se encuentra en el Municipio de San Pedro Garza García, N. L. Minutos antes de que diera comienzo la misa, movido por la curiosidad, me dirigí a la oficina del sacerdote diocesano que se encuentra a cargo de la misma, y le pregunté: ¿Quién fue Santa Engracia? Me explicó que Santa Engracia nació en Braga, Portugal, provincia entonces de España allá por el año 285 de nuestra era cristiana. Fue en la época de una de las más crueles persecuciones de los romanos contra los cristianos, cuando Diocleciano era el Emperador de Roma, y el cruel Daciano, Gobernador de Zaragoza, España, que en ese entonces dominaban los romanos.

La joven Engracia había aceptado desposarse con un Duque, que vivía en la frontera de Francia y que sus padres le habían elegido para esposo, como era costumbre en esa época. Con tal fin, emprendió el largo viaje desde Portugal, entonces provincia de España, feliz porque tenía la certeza y el entusiasmo de que se cumpliría una revelación que había tenido días antes, según la cual en ese viaje sufriría el martirio en defensa de su fe cristiana. Tomando en cuenta lo peligroso de la travesía, su padre la envió con varias damas que eran de su mayor confianza, y 18 caballeros leales como escolta. Llegando a Zaragoza, el 16 de abril del año 303, a los 18 años de edad, se dio cuenta de que por órdenes del Gobernador Daciano, eran sacrificados en la plaza del lugar cientos de cristianos. Ella se bajó de la carroza y reclamó con valentía a Daciano su injusta e inhumana conducta, pero el tirano -siguiendo sus fieros impulsos, ordenó que también a ella se le martirizara con saña y crueldad inaudita.

Primero la arrastraron de los cabellos tirada por un caballo, después la azotaron en una columna que aún se conserva en la cripta de Santa Engracia en Zaragoza, luego con garfios le perforaron el estómago, y finalmente, viendo que aún conservaba su vida alabando y cantando al Señor, el tirano ordenó le enterraran en la frente un clavo al rojo vivo, como tiro de gracia.

Fue tan edificante el ejemplo de Engracia, que sus 18 acompañantes mostraron una actitud similar ante el tirano y éste airado, ordenó su degüello. Los restos de la Santa y de estos 18 caballeros reposan en la cripta de la parroquia de Santa Engracia en la ciudad de Zaragoza, España, relicario de mártires, pues sólo ese año fueron sacrificados 17,000 cristianos que fecundaron la tierra con su sangre que germinaría millares de soldados de Cristo. Santa Engracia ha sido declarada con toda razón patrona de la ciudad de Zaragoza, España, donde murió, y patrona de Portugal donde nació.

En la iglesia de Santa Engracia, que se encuentra en San Pedro Garza García, N. L. conservan y veneran su santa reliquia en un precioso relicario expuesto día y noche a los fieles que la visitan. Consiste en un fragmento del cráneo de la Santa cuya autenticidad les consta. La santa reliquia se les entregó a los sacerdotes católicos de la Diócesis de Monterrey -que se han convertido en sus custodios, en solemne ceremonia el 20 de noviembre de 1977 allá en España y posteriormente fue llevada a Roma donde el Papa Paulo VI la bendijo.

La historia de Santa Engracia me ha hecho pensar en la gran importancia que tiene para la futura esposa unirse primero a Cristo antes de contraer matrimonio. Las novias de ahora preparan hasta el último detalle antes de la boda y desean que todo les salga perfecto, pero lo trascendental siempre lo descuidan. No se dan cuenta que la solidez de su vida futura depende de la firme determinación que tengan de hacerse acompañar en todo momento de Jesucristo. Si no lo hacen, con el tiempo se darán cuenta de lo vacío de sus vidas, y muchas cosas habrán de salirles mal. Como ejemplo: la gran cantidad de divorcios que están golpeando a nuestra sociedad actual. Por todos lados observamos parejas en conflicto que se encuentran distanciadas, y abundan los suicidios de mujeres jóvenes que jamás se sintieron amadas por su marido.

Para sacar adelante esa empresa es necesaria la vocación matrimonial, que es un don de Dios, de tal forma que la vida familiar y los deberes conyugales, la educación de los hijos, el empeño por mejorar económicamente a la familia, son situaciones que los esposos deben sobrenaturalizar, viviendo a través de ellas una vida de entrega al Señor. Han de tener la persuasión de que Dios provee su asistencia para que puedan cumplir adecuadamente los deberes del estado matrimonial, en el que se han de santificar. Quienes han recibido la llamada a servir a Dios en el matrimonio, se santifican precisamente en el cumplimiento abnegado y fiel de los deberes conyugales, que para ellos se hace camino cierto de unión con el Altísimo.

Si la mujer sigue a Jesucristo, tarde o temprano motivará a su cónyuge y a sus hijos a que hagan lo mismo. ¡Bienaventuradas son las mujeres que se dieron cuenta a tiempo de que la verdadera felicidad únicamente la encontrarán si permanecen unidas a Cristo! Es importante que Dios siempre esté presente en la historia de la familia: en las esperanzas y en las tristezas, en los anhelos y en las depresiones, en los nacimientos y en las defunciones, en la abundancia y en la estrechez. A todas horas el Señor se nos muestra como un Padre cariñoso que nos dice que la familia es más suya que nuestra.

La oración en familia es el arma más poderosa que tenemos los hijos de Dios para no zozobrar. "Una familia que reza unida, se mantiene unida; una familia que ora, es una familia que se salva". Si la oración entra a un hogar y se conserva diariamente, quedarán afuera las discusiones sin sentido, la incomprensión que lastima, el descontento por todo y por nada, las infidelidades, la ausencia del perdón, los ambientes enrarecidos, la desatención a los hijos, el egoísmo de los esposos, las palabras que hieren, y sobre todo la desesperanza. ¡Qué Nuestra Señora de la Paz reine en todos los corazones, que nos ayude a soportar la dureza de la vida actual y nos llene de gozo el saber que estamos respaldados por Jesucristo su Hijo, nuestro querido Maestro y Salvador!

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