En la sesión. El senador Gustavo Madero, a su llegada a una sesión en el Senado de la República, se lava las manos en el servicio médico móvil. ARCHIVO
MÉXICO, DF.- Aunque "es transparente", al Senado le falta avanzar, acepta su presidente, el panista Gustavo Madero. "Creo que el Ejecutivo es el poder que ha logrado los mayores avances en este sentido, a nivel federal sobre todo, y los que tenemos que hacer un esfuerzo para llegar a ese mismo nivel somos los poderes Judicial y Legislativo".
"Tenemos que avanzar a una mayor agilidad en las consultas (ciudadanas de acceso a la información), para que siempre exista esta transparencia que requiere la sociedad y un país democrático como nuestro México, que ahora pone el tema como parte sustantiva en todos los poderes", destaca.
Para el perredista Antonio Mejía Haro, se incumplen reglas, pues tras las reformas al Artículo sexto constitucional -que entre otras cosas impuso a los legisladores la adaptación de las normas secundarias a más tardar el 20 de julio de 2008- el Senado "incumple el mandato que nos dio la Comisión Permanente para trabajar en conferencia", entre el ambas cámaras, para "adaptar las leyes secundarias conforme a la reforma de transparencia".
El 23 de septiembre, con Alfonso Sánchez Anaya, propuso un punto de acuerdo para, de nueva cuenta, llamar a legisladores a trabajar en el rubro; en la votación en el pleno fue rechazado por el PAN y turnado a comisiones, "a dormir el sueño de los justos", denuncia. Esto explica que "en este momento se incumplan las reglas de transparencia".
Por su parte, el priista Raúl Mejía considera que el modelo es arcaico.
Señala además que existe un atraso en transparencia, pues padece hoy un modelo "arcaico" donde los funcionarios bloquean solicitudes de información. "No estamos conformes, necesitamos avanzar todavía más, acercarnos más a la sociedad, transparentar algunas otras cosas que todavía no hemos podido, aunque no por falta de voluntad, sino porque traemos etapas de mucho tiempo atrás".
En parte, insiste, el problema es de cultura institucional, pues hay resistencias internas de funcionarios administrativos y, en particular, en cuanto al presupuesto persiste la idea de que no debe darse toda la información, otro "paradigma antiguo, arcaico".
Tanto, añade, que muchas veces esos funcionarios impiden a senadores acceder a información de la propia cámara.
Coincide con Mejía Haro en que hoy el Senado incumple la reforma al Artículo sexto constitucional, pues falta una nueva Ley de transparencia, lo cual no atribuye, sin embargo, a falta de voluntad. No obstante, concluye que hacen esfuerzos permanentes en todas las áreas administrativas para avanzar hacia un Senado "con menos opacidad".